El gobernador de Florida, Ron DeSantis, intensificó en los últimos días sus críticas contra el programa de visas H-1B, utilizado por empresas estadounidenses para contratar a profesionales extranjeros en campos altamente especializados. A la par, el presidente Donald Trump anunció un cambio normativo que encarece y limita el acceso a este permiso, lo que reconfigura el panorama para miles de trabajadores y compañías que dependen de esta vía de empleo.
En declaraciones públicas y a través de su cuenta en la red social X, el gobernador republicano calificó el sistema como una “estafa” que, en su opinión, perjudica directamente a los trabajadores estadounidenses. Según DeSantis, la importación de talento internacional en áreas como ingeniería, tecnología y medicina desplaza a profesionales locales que podrían ocupar esos puestos.
El mandatario agregó que el debate se vuelve más urgente en un contexto de creciente automatización: “La inteligencia artificial reducirá un número significativo de empleos administrativos”, advirtió. Varios líderes republicanos de Florida, en particular representantes del condado de Brevard, respaldaron la postura y catalogaron la visa H-1B como una “traición al trabajador estadounidense”.
En paralelo, la Administración Trump firmó una medida que impone un cargo adicional de 100 mil dólares por cada solicitud de visa H-1B presentada por una empresa. La proclamación también eleva los niveles salariales exigidos a los beneficiarios, lo que limita la contratación de trabajadores extranjeros con salarios inferiores.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) explicó que el objetivo es “frenar los abusos y proteger a los trabajadores estadounidenses”. Además, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) presentó una propuesta para cambiar el mecanismo de selección. Hasta ahora, los beneficiarios se eligen por lotería debido a la alta demanda, pero con la reforma se daría prioridad a candidatos con mayores cualificaciones académicas o con ofertas salariales más competitivas.
Este endurecimiento representa un giro en un sistema que hasta ahora se caracterizaba por facilitar la contratación temporal de profesionales extranjeros en áreas críticas para la economía del país.
¿Qué es la visa H-1B?
La visa H-1B permite a empresas estadounidenses contratar temporalmente a profesionales extranjeros en “ocupaciones especializadas”, que incluyen arquitectura, ingeniería, medicina, contabilidad, derecho, finanzas, educación, matemáticas, teología y artes.
El permiso inicial se concede por tres años, con posibilidad de extensión hasta un máximo de seis. Existe un límite anual de 85.000 visas, 65.000 regulares y 20.000 adicionales para quienes hayan cursado posgrados en universidades estadounidenses. La demanda suele superar ampliamente el cupo, lo que obliga a realizar un sorteo.
Hasta la fecha, los costos de tramitación variaban en función del tamaño del empleador, la naturaleza de la solicitud o si se trataba de renovaciones. Con la nueva tarifa fija de 100 mil dólares, el acceso al programa se vuelve considerablemente más oneroso.
Impacto y recomendaciones
La combinación de la postura crítica de Florida y las nuevas regulaciones federales anticipa un escenario más restrictivo para el uso de la visa H-1B. Para las empresas, el aumento de costos podría limitar la contratación de talento extranjero; para los solicitantes, la prioridad por méritos reducirá sus probabilidades si no cuentan con salarios altos o títulos avanzados.
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Dado que las circunstancias pueden variar según el perfil del solicitante y la empresa patrocinadora, expertos recomiendan a quienes consideren aplicar o renovar su H-1B consultar con abogados de inmigración o asesores certificados para evaluar alternativas y entender cómo estos cambios podrían afectar su situación particular.