Solo en lo que ha transcurrido del mes de mayo, seis niños han muerto por las carencias existentes en el Hospital pediátrico J.M de los Ríos en Caracas. Giovany Figuera (6 años), Robert Redondo (7 años), Yeidelberth Requena (8 años) y Erik Altuve (11 años) murieron a la espera de un trasplante de médula ósea. Yoider Carrera (2 años) tenía un tumor cerebral y Nicole Díaz (3 años) falleció por una septicemia severa, no había medicamentos para tratarla.
Nicole Díaz falleció el martes 28 de mayo. Ella es la última paciente que muere como consecuencia de la aguda crisis sanitaria que atraviesa Venezuela.
Informaciones publicadas por diarios locales indican que la pequeña ingresó al hospital hace 28 días con un cuadro febril. Recibió un diagnóstico de meningitis y aunque mostró mejoría, el martes sufrió un infarto y murió.
La niña se encontraba recluida en el cuarto piso del hospital donde este martes se produjo la ruptura de un tubo de aguas negras que comprometió los servicios de infectología y oncología.
Lourdes Sarmiento, abuela de la niña, explicó que su nieta mostró mejoría pero tuvo una recaída durante el fin de semana. Dijo que la falta de medicamentos y exámenes médicos en el hospital impidieron que la niña recibiera el tratamiento oportuno.
Yoider Carrera murió el lunes 27 de mayo en la noche en el mismo hospital caraqueño. Se encontraba internado por un tumor en la cabeza.
Personal médico, padres y pacientes del J.M. de los Ríos, el principal hospital pediátrico público de Venezuela, protestaron en las adyacencias del centro asistencial tras conocer sobre la muerte de un niño que esperaba recibir un trasplante de médula ósea.
A principios de mayo el hospital tenía 30 pacientes en lista de espera para trasplantes de médula ósea. El domingo 26 de mayo falleció por paro respiratorio Erick Altuve, con linfoma no Hodgkin, y un día antes (sábado 25 de mayo), había muerto Yeiderbeth Requena.
Anteriormente habían fallecido Giovanni Figuera (6 de mayo) y Robert Redondo (23 de mayo). Estos cuatro niños esperaban un trasplante de médula que no se produjo.
Adriana Variano, madre de Mariana Colina Navas Avariano, una niña de cuatro años diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda, declaró a la agencia de noticias EFE que apoyaba la protesta porque le preocupa mucho la salud de la niña y de los otros niños del hospital, “porque esta es una familia”.
Advirtió que desde la semana pasada les han suspendido el tratamiento a los niños porque los aires acondicionados de la dependencia no funcionan. “Todo el trabajo que se ha estado haciendo anteriormente no va a servir de nada, porque avanza el cáncer cada vez más”, dijo.
El presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y ex presidente del Hospital J.M. de los Ríos, Huníades Urbina, participó en la protesta y dijo que el gremio tiene más de 12 años denunciando el deterioro progresivo que está sufriendo el hospital.
Urbina precisó que en el caso del J.M. de Los Ríos, servicios como rayos X tienen más de tres años sin operar, el tomógrafo no funciona hace 5 años y los laboratorios presentan una escasez de 80% de reactivos lo que impide realizar los estudios necesarios para evitar que los pacientes puedan contraer gérmenes.
La situación precaria del J.M. de los Ríos se repite en el resto de centros públicos de Venezuela aseguró el especialista quien calificó la situación como un colapso.