Emilio Buitrago es un venezolano, nacido en La Guaira, que siente un profundo orgullo por sus raíces, al punto que ha trasladado parte de su cultura a una ciudad de Estados Unidos que se ha posicionada como acobijadora de inmigrantes como es Philadelphia.
Buitrago emigró a Estados Unidos como estudiante internacional para mejorar su inglés. Llegó específicamente a Washington DC, donde estudiaba y vivió 8 meses hasta que una oferta laboral se presentó y decidió mudarse a Philadelphia.
Aunque tiene varios años vivido fuera de su país natal, Buitrago extraña ese calor humano que caracteriza a los venezolanos, ese pan calientico que espera en el mostrador de las panaderías a la mañana y esa sazón con ají dulce que en Philadelphia es muy difícil emular.
Buitrago se ha convertido en un líder clave para la comunidad venezolana. En entrevista para El Sol Latino Newpaper, compartió parte del trabajo que ha realizado por el reconocimiento de la comunidad, además de promover el entendimiento y el intercambio cultural, a través de Casa de Venezuela Philadelphia, organización que cofundó en 2004.
Eres un líder clave para la comunidad venezolana, que, entre otras cosas, impulsó el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos, ¿cuéntanos cómo fue esto?
Fue un esfuerzo que se empezó con un empuje legislativo, hablando con todos los congresistas y senadores sobre la importancia de pasar una propuesta de ley para proteger a los venezolanos.
Se logró aprobar en la Cámara de Representantes, pero no en el Senado, y era necesario contar con ambos para luego pasar a la firma del presidente.
En el 2020, y en vista de que no pudimos lograr TPS de forma legislativa, empezamos a discutir con los candidatos a la presidencia su importancia de forma ejecutiva. Durante el último día de su mandato, Donald Trump firmó el Deferred Enforced Departure, que es muy limitado.
Luego de 55 días de haber tomado posesión, Joe Biden otorgó el estatus de protección temporal para los venezolanos.
Después de este TPS inicial, seguimos trabajando para que se extienda y logramos que se redesignara, dándole protección a los venezolanos que llegaron después del 8 de marzo del 2021, hasta antes del 31 de julio del 2023.
También eres fundador de Casa de Venezuela, ¿cómo nació la idea de crear esta fundación sin fines de lucro?
Casa de Venezuela nace en el 2004 dentro de un grupo de amigos comprometidos a promover la cultura del país.
Un amigo y mentor, Víctor García (fallecido), ya tenía esa idea luego de vivir en San Diego, California, y donde existía ya una Casa de Venezuela, y, además ya existía una en Chicago y en Orlando, y fue así donde nos aventuramos a establecer una organización sin fines de lucro debidamente registrada en Pennsylvania.
En 20 años, Casa de Venezuela ha pasado de ser una organización cultural, a ser una versátil, siendo el arte y la cultura parte importante de nuestra misión. Las necesidades de la comunidad inmigrante han cambiado mucho y eso requiere que nos reinventamos para cubrir una era nueva de demanda.
¿Qué mensaje le envías a esos venezolanos que se encuentran en el país luchando por una Venezuela libre?
Salgan a votar masivamente el 28 de julio para salir así del Nicolás Maduro y su régimen. Acá no podremos votar, pero estaremos muy pendientes y ayudando.