Un trabajo de investigación compuesto por 27 historias de mujeres en distintos países de Latinoamérica pone en evidencia la violencia obstetricia. Publicado por Salud con Lupa, esta seríe de reportajes y entrevistas reúne a periodistas de Argentina, Ecuador, Chile, México, Perú y Venezuela que conversaron con las víctimas, se investigó cómo se atienden los nacimientos en estos países, qué procedimientos se imponen, qué información se ofrece a las gestantes y qué condiciones las hacen más vulnerables a la violencia obstétrica.
Estas 27 mujeres fueron maltratadas y sometidas a prácticas médicas riesgosas y no consentidas durante sus partos en hospitales y clínicas. Es una radiografía de un problema que no se habla y al cual no se le da importancia.
Se exponen cómo son los procesos para mujeres indígenas, adolescentes, madres primerizas, madres migrantes que sufrieron xenofobia, entre otras desgarradoras historias.
Los sistemas de salud han cambiado y evolucionado, pero la modernización del parto olvidó que «el cuerpo de la mujer está diseñado para parir siempre que siga sus tiempos fisiológicos y se le ofrezca condiciones de seguridad y confianza. No se puede uniformar los nacimientos porque cada uno es único e irrepetible. Tampoco puede perder su voluntad la mujer que se recuesta en una camilla para dar a luz. Al tratarse de su cuerpo, los protocolos y atenciones médicas deberían ser siempre aprobados por ella. Pero no sucede así», explica parte de la presentación del reportaje publicado por Salud con Lupa.
Cada segundo vienen 5 ó 6 bebés al mundo. Al año, 135 millones de mujeres dan a luz, pero ¿cuántas casos de violencia dentro de la sala de parto o quirófano se conocen?
De acuerdo a la investigación, al menos en las últimas tres décadas, se ha demostrado que la mayoría de los procedimientos clínicas que buscan «facilitar» la experiencia, son más riesgosos que beneficiosos para la mujer y el recién nacido. La ciencia demuestra que, de cada 100 mujeres, entre 2 y 8 podrían tener dificultades a la hora de un parto vaginal natural.
Desde 2014, la OMS desincentiva los procedimientos riesgosos en la atención de los partos y promueve en sus guías “un trato digno al cuerpo de la mujer y el respeto de su voluntad y tiempos fisiológicos para dar a luz”.
Es muy importante que la madre esté bien informada, tranquila y acompañada cuando tenga que tomar decisiones.