Siempre se ha dicho que Estados Unidos es un país construido por inmigrantes. Este fenómeno ha sido la piedra angular del surgimiento de propietarios y de visionarios emprendedores. La población de este país está compuesta por habitantes de múltiples orígenes étnicos, y la comunidad latina destaca como una de las más numerosas. Pero más allá de mudarse a un nuevo espacio geográfico, los migrantes llegan con su cultura y tradiciones para enriquecer el nuevo país donde se establecen.
Los inmigrantes han hecho muchos de los grandes descubrimientos de la nación y crearon algunas de las empresas más icónicas e innovadoras. También hay destacados emprendedores, políticos, artistas y filántropos.
Empecemos por el idioma
De acuerdo a BBVA, la mitad de la población habla dos idiomas a la perfección, «las personas bilingües tienen mejores habilidades como la memoria o la atención. Investigaciones recientes muestran que su cerebro retrasa los síntomas de la demencia e incluso les permite recuperarse mejor tras un ictus».
El medio The Washington Post publicó en alguna oportunidad que «con el aumento durante la última década de la población hispana en Estados Unidos, el conocimiento del español se está convirtiendo más en una necesidad que en una opción en muchas partes del país».
«Desde los capataces de establecimientos ganaderos en Nebraska a los corredores de bolsa en Nueva York, los estadounidenses se apresuran a aprender un idioma que ahora habla la mayoría de los 40 millones de hispanos en el país», agregó.

Hoy en día lo hispano proporciona nuevos matices. A nivel federal, Estados Unidos no tiene un idioma oficial, solo 32 de los 50 estados han concedido al inglés como oficial. Según un trabajo especial de Google sobre la hispanidad, más del 12% de la población habla español. Se espera que, en el 2060, la comunidad hispanohablante llegue a 127 millones.
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Nación dentro de una nación
La comunidad hispana en Estados Unidos en sí misma es una fusión de muchas culturas latinoamericanas, esto ha traído que los ciudadanos estadounidenses y de otras nacionalidades, se acerquen a las diversas tradiciones y en algunos casos le den su propia interpretación.
Un caso muy conocido es el 5 de mayo. En esta fecha se conmemora la batalla de Puebla, que no es ampliamente festejada en México sino en la región que la protagoniza, pero la reinterpretación estadounidense, se asemeja más a una fiesta de independencia.
La efeméride suscita ciertas críticas. Es aprovechada por marcas de comida y bebida para hacer marketing y en algunos casos, usan estereotipos ofensivos.
Las comunidades hispanas celebran con vehemencia sus semanas de independencia. Generalmente las familias se unen y preparan comida tradicional, esto también ha permitido que otros conozcan un poco de la historia de cada nación. A su vez, las embajadas y consulados hacen eventos especiales.

El Desfile Nacional Puertorriqueño también es una tradición anual que se lleva a cabo en Nueva York durante el segundo domingo del mes de junio. La primera vez que se realizó fue en 1958 en el barrio conocido como Spanish Harlem, aunque años después esta fiesta se trasladó a la Quinta Avenida.
En los últimos años, el Día de Muertos se ha hecho popular. En parte por la película animada de Disney de 2017 que hace referencia a este festejo -Coco-, pero también gracias a la devoción con la que los mexicanos celebran este día. La película abrió ampliamente la conversación sobre una festividad muy importante para el pueblo mexicano.
De igual manera, es importante recordar las diferencias estructurales entre las festividades de acuerdo a la cultura. Por ejemplo, pasa con la Navidad. Los mexicanos acostumbran hacer las posadas, algo típico también en Guatemala, El Salvador y Honduras; en Venezuela y Colombia se hace la novena de aguinaldos; y en la mayoría de los países de origen hispano, se montan los pesebres. Todas estas maneras, han llegado a Estados Unidos gracias a los migrantes.