Preservar la salud de un cuidador es tan importante como apoyarlo en las tareas que realiza para garantizar el confort y el cumplimiento terapéutico que se ha dispuesto para la persona mayor, que bien sea por enfermedad o por longevidad extrema, requiere de asistencia permanente.
Los cuidadores no profesionales son unos voluntarios expuestos a muchísimos riesgos. Además, sobre sus hombros recae el peso de la misión y las opiniones de terceros que expresan su parecer ante diversas situaciones, un panorama que inunda de estrés lo que debería ser la zona de confort del auxiliar.
En el ámbito mundial los cuidadores, familiares en su mayoría, son mujeres. Existe un peso cultural para que esto sea así, sin embargo la participación de los hombres en el rol no es poca.
Por definición un cuidador es alguien que proporciona asistencia a una persona que ha perdido la autonomía o que necesita cuidados.
Este cuidador familiar no es necesariamente un miembro de la familia, pero es de gran importancia para el seguimiento médico del paciente y también a nivel psicológico para la persona que ayuda.
La mayoría de los cuidadores son los cónyuges de las personas dependientes, especialmente en el caso de la enfermedad de Alzheimer que necesita mucha atención. Es así que los parientes son los que se apuntan de primeros en el caso de que el padecimiento involucre una patología catastrófica.
A estos seres especiales se les atribuyen poderes que en la realidad no tienen. No son de “acero”, si recienten la fatiga, necesitan distracciones e incluso les ayudaría mucho que los entrenaran en ciertas áreas de conocimiento para que su faena se torne más llevadera.
Ya vistos como humanos, los familiares de los cuidadores y su círculo de amistades, deben estar pendientes de ellos debido a que son proclives a padecer eventos depresivos. No es despreciable la cifra de cuidadores que luego de atender por espacios prolongados a familiares que por ejemplo, padecen cáncer, con el tiempo terminen ellos mismos siendo víctimas de la enfermedad.
Los cuidadores sin entrenamiento, sin apoyo comprometido del resto de los familiares y desprovistos de una estructura emocional entrenada, pueden fácilmente inmunodeprimirse para ser blanco de patologías muy complejas.
Los familiares que por distintas circunstancias no están involucrados en las labores de cuidados de los ancianos o enfermos, deben servir de apoyo de los que voluntariamente lo hacen con todo el amor de sus corazones.
Es así que si es su caso, una de las tareas que desde afuera se puede emprender es el pagarle al cuidador un fin de semana de atenciones en un spa para que profesionales de la relajación lo consientan.
También se pueden organizar períodos vacacionales de alta frecuencia para que el cuidador escape un tiempo de las presiones y del estrés.
Un plan alternativo está en la contratación se servicios de cuidados profesionales para ancianos y/ o enfermos longevos como los que ofrece All American Home Care, que dispone de servicios profesionales con el que el cuidador puede apoyarse para no perder su calidad de vida.
Conocer los servicios que presta es tan sencillo como visitar la página web de All American Home Care. También puedes acudir a su oficina en 3231 N 2nd Street, Filadelfia, PA 19140 o llamar al teléfono 215-531-7882.