Hace 25 años, el rostro de Elián González dio la vuelta al mundo. A sus cinco años, sobrevivió al naufragio en el que murió su madre cuando intentaban llegar desde Cuba a Estados Unidos. Lo que siguió con el caso del “balserito”, fue una compleja batalla legal, diplomática y mediática entre Miami y La Habana que marcó profundamente las relaciones entre ambos países.
Hoy, a sus 31 años, Elián vive una vida muy distinta en Cárdenas, su ciudad natal. Es Ingeniero industrial, está casado, es padre de una hija y desde 2023 es diputado nacional, y ha optado por mantener un perfil bajo, lejos de los reflectores que lo siguieron durante buena parte de su infancia.
“Estoy agradecido de haber podido regresar y vivir una vida lo más normal posible”, expresó en una reciente conversación que reseñaron algunas agencias de noticias internacionales a propósito del 25 aniversario del retorno a Cuba de González. A pesar de su decisión de mantenerse alejado de los medios, reconoce el peso que tuvo en su historia el respaldo popular en Cuba. “El hecho de que toda una nación se movilizara junto al dolor de mi padre nos marcó profundamente”, recordó en una entrevista hace algunos años.
El drama comenzó el 22 de noviembre de 1999, cuando Elián y su madre, Elizabeth Brotons -que estaba separada de su padre-, zarparon de Cuba con la esperanza de llegar a Florida. La embarcación, sobrecargada y precaria, naufragó cerca de la costa estadounidense y solo sobrevivieron tres personas: Elián, entonces un niño, y dos adultos que lograron alcanzar la costa.
Elián sobrevivió aferrado a un neumático tras pasar dos días en el mar. Fue rescatado por pescadores y entregado al Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos que lo confió a su familia paterna en Miami.
Épica batalla legal
Lo que siguió fue una feroz batalla legal por la custodia del menor. Mientras sus familiares en EE.UU. afirmaban que la madre había muerto para brindarle una vida en libertad, el padre, Juan Miguel González, en Cuba reclamaba el regreso del niño, alegando que nunca autorizó su salida del país. El gobierno cubano, encabezado por Fidel Castro, convirtió el caso en una causa nacional, organizando manifestaciones, actos políticos y programas televisivos para reclamar su repatriación.
La tensión escaló hasta involucrar al entonces presidente estadounidense Bill Clinton y a la fiscal general Janet Reno, quienes finalmente respaldaron el derecho de custodia del padre. Finalmente, el 5 de enero del 2000, las autoridades migratorias estadounidenses reconocieron el derecho de custodia del padre. El 22 de abril del 2000, en una operación federal, Elián fue retirado por la fuerza de la casa de sus parientes en Miami y reunido con su padre. El 28 de junio de ese año, ambos regresaron a Cuba.
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Elián fue acompañado por psicólogos en su reintegración escolar y familiar. Con el tiempo, expresó gratitud tanto al pueblo cubano como al estadounidense, y afirmó no guardar rencor hacia sus parientes en Miami.
Hoy, alejado del eco de aquella historia, Elián González camina en la Cuba que lo reclamó hace un cuarto de siglo, convertido en símbolo, ciudadano y, según sus propias palabras, alguien que intenta cumplir con la responsabilidad de quienes alguna vez sumaron sus voces por él.