Estados Unidos está dispuesto a pagar cualquier precio por las pistas que conduzcan a la ubicación y detención del vicepresidente del Área Económica de Venezuela, Tareck El Aissami, acusado por el delito de narcotráfico.
Fuentes gubernamentales indicaron al medio español ABC, que el gobierno estadounidense pagaría entre 5 y 10 millones de dólares por cualquier pista que lleve a la detención del dirigente oficialista, miembro del gabinete de gobierno de Nicolás Maduro.
El Aissami, quien ocupó el cargo de Vicepresidente de Venezuela en el periodo 2017–2018, encabeza la lista de las personas más buscadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduana estadounidense. Se le acusa de facilitar el envío de miles de kilos de cocaína desde Venezuela, gran parte de la cual fue introducida en Estados Unidos.
En marzo, un juzgado de Nueva York presentó cargos contra El Aissami por organizar y supervisar una gigantesca red de transporte de cocaína con aviones privados desde Venezuela a América del Norte.
El 31 de julio la cuenta oficial en Twitter del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos publicó una foto de El Aissami con el mensaje: “¿Ha visto usted a este fugitivo de los más buscados? Se le busca por narcotráfico”.
Si las autoridades estadounidenses logran aprehenderlo y enjuiciarlo, El Aissami se enfrenta a al menos 30 años de prisión en Estados Unidos.
“La ley de designación de narcotraficantes extranjeros, aprobada por el Capitolio en 1999 y en vigor desde 2000, permite dictar sanciones y solicitar extradición a quienes introduzcan cargamentos de droga en Estados Unidos, reseñó ABC.
Vínculos con Hezbolá
En fecha reciente, el exjefe de la inteligencia venezolana, general Manuel Christopher Figuera, ofreció a las autoridades estadounidenses información detallada sobre los delitos de El Aissami, según reveló el Diario ABC.
Tanto el general Christopher Figuera como otros informantes del Gobierno estadounidense han relacionado a El Aissami con el ingreso a Venezuela de grupos islamistas como la milicia libanesa Hezbolá, de la que el chavismo se vale para lavar el dinero del narcotráfico.
El Aissami repartió visados y pasaportes a miembros del grupo Hezbolá y otros elementos radicales cuando fue ministro del Interior y Justicia entre 2018 y 2012. Se calcula que en ese periodo se registraron como ciudadanos venezolanos al menos 173 individuos de Siria, Líbano, Jordania, Irak e Irán, según informó el diario español.
El Aissami es nacido en Venezuela pero sus padres son de origen libanés y sirio. A Hezbolá, tanto EE.UU. como la Unión Europea y recientemente Paraguay, lo han designado, total o parcialmente como grupo terrorista.