Tras diez días de manifestaciones y violentos desórdenes que dejaron saldo de 7 muertos, cientos de heridos y detenidos, importantes daños materiales y pérdidas económicas ocasionadas, entre otros motivos, por los bloqueos de carreteras que afectaron el comercio, el gobierno de Ecuador accedió a derogar el decreto que eliminaba el subsidio a los combustibles, medida que fue el origen de una gran ola de protestas con los movimientos indígenas al frente.
La medida fue acordada en el marco del diálogo realizado entre el Ejecutivo liderado por el presidente Lenín Moreno y los representantes de las comunidades indígenas.
“Como resultado del diálogo se establece un nuevo decreto que deja sin efecto el decreto 883, para lo cual se instala una comisión que elaborará un nuevo decreto”, anunció tras el encuentro el coordinador de las Naciones Unidas en Ecuador, Arnaud Peral.
El acuerdo fue alcanzado en una mesa de diálogo instalada en las afueras de Quito y con la mediación de la ONU y de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
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La decisión del presidente Moreno tiene como compensación la suspensión por de las protestas, parte de los movimientos indígenas, que mantuvieron al país en zozobra desde hacía casi dos semanas.
El Jefe de Estado propuso a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) la conformación de una comisión que trabajará en la elaboración de una nueva norma para sustituir el texto derogado.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Moreno indicó que el decreto 883 será sustituido “por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan”.
La ola de protestas que sacudió Ecuador desde los primeros días de octubre tuvo su origen en un conjunto de medidas económicas adoptadas por el gobierno de Lenín Moreno. Entre dichas medidas, además de la eliminación del subsidio a los combustibles, se encuentra una baja de salarios de hasta un 20% en contratos temporales del sector público; la reducción de vacaciones de 30 a 15 días para empleados públicos y un aporte de 1 día de salario mensual, entre otras disposiciones.
El Gobierno alegó como justificación para la implementación de estas medidas, la necesidad de equilibrar las finanzas del país.
Sobre la eliminación del subsidio a los combustibles, que fue la medida más polémica, Moreno dijo que “ha beneficiado durante décadas principalmente a los que no lo necesitaban y a los que viven del contrabando”.
Pero ante el anuncio del paquete de medidas económicas que el mandatario ecuatoriano realizó el 1 de octubre, las principales ciudades del país registraron manifestaciones lideradas por el sector del transporte, estudiantes e indígenas.
Con el paso de los días, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales se intensificaron hasta el punto de que Moreno decretó el estado de excepción y mudó la sede del Ejecutivo de Quito a Guayaquil ante la llegada de una masiva movilización indígena que se dirigía a la capital.
Moreno denunció que detrás de las protestas había un intento de desestabilización de su gobierno impulsada por el exmandatario Rafael Correa y por el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.