Drew Brees, el mariscal de campo de los New Orleans Saints, respondió a las críticas que generaron los comentarios que hizo al referirse a las protestas que convulsionan Estados Unidos por el caso de George Floyd.
El jugador estrella de la NFL había dicho el miércoles 3 de junio que no apoyaría que jugadores volvieran a protestar hincando una rodilla durante el himno de Estados Unidos porque sería “faltar el respeto a la bandera”, unas declaraciones criticadas por figuras como LeBron James y sus propios compañeros de equipo.
A medida que las manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial se extienden por todo Estados Unidos, muchos deportistas han recordado el caso de Colin Kaepernick, el mariscal de campo que en 2016 protestó contra estos males arrodillándose durante el himno previo a los partidos.
En una entrevista con Yahoo Sports, Brees dijo que seguiría oponiéndose firmemente a este tipo de acciones. “Nunca estaré de acuerdo con alguien que no respete la bandera de Estados Unidos”, dijo.
En un largo post de Instagram, Brees aceptó su error tras comunicarse con varios de los atletas que lo hicieron reflexionar y aceptar que el sentido de sus palabras no fue bien orientado.
“Me gustaría disculparme con mis amigos, compañeros de equipo, la Ciudad de Nueva Orleans, la comunidad negra, la comunidad de la NFL y cualquier persona a la que lastimé con mis comentarios ayer. Al hablar con algunos de ustedes, me rompe el corazón saber el dolor que he causado”, comentó.
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“En un intento por hablar sobre el respeto, la unidad y la solidaridad centrados en la bandera estadounidense y el himno nacional, hice comentarios insensibles y perdí por completo la marca en los problemas que enfrentamos en este momento como país. Carecían de conciencia y de cualquier tipo de compasión o empatía. En cambio, esas palabras se han vuelto divisivas e hirientes y han llevado a la gente a creer que de alguna manera soy un enemigo. Esto no podría estar más lejos de la verdad, y no es un reflejo exacto de mi corazón o mi carácter”, continuó.
“Aquí es donde estoy ahora: Apoyo a la comunidad negra en la lucha contra la injusticia racial sistémica y la brutalidad policial y apoyo la creación de un cambio de política real que haga la diferencia. Condeno los años de opresión que han tenido lugar en todas nuestras comunidades negras y que todavía existen hoy”.
“Reconozco que nosotros, como estadounidenses, incluido yo mismo, no hemos hecho lo suficiente para luchar por esa igualdad o para comprender realmente las luchas y la difícil situación de la comunidad negra.
“Reconozco que soy parte de la solución y que puedo ser un líder para la comunidad negra en este movimiento. Nunca sabré lo que es ser un hombre negro o criar niños negros en Estados Unidos, pero trabajaré todos los días para ponerme en esos zapatos y luchar por lo que es correcto”.
“SIEMPRE he sido un aliado, nunca un enemigo. Me enferma la forma en que se percibieron mis comentarios ayer, pero asumo toda la responsabilidad y las consecuencias. Reconozco que debería hablar menos y escuchar más… y cuando la comunidad negra habla de su dolor, todos necesitamos escuchar.
“Por eso, lo siento mucho y les pido perdón”, concluyó.