El drama de la crisis migratoria centroamericana quedó plasmado en una foto. El hallazgo de los cuerpos sin vida de Óscar Alberto Martínez y Angie Valeria Martínez, un hombre salvadoreño de 25 años de edad y su hija de un año y 11 meses, ahogados en las orillas del río Bravo sacudió a todos quienes la observaron.
La tragedia en la frontera que separa México y Estados Unidos ocurre en medio del recrudecimiento de la política migratoria mexicana, tras alcanzar un acuerdo con la Administración de Donald Trump.
El padre, la niña y su madre, quien avisó de lo que había sucedido, dejaron El Salvador y emprendieron el viaje hacia Estados Unidos según aseguraron sus familiares.
El suceso aconteció el pasado domingo 23 de junio por la tarde y el hallazgo de los cuerpos ocurrió el lunes. Al llegar a la localidad de Matamoros en Tamaulipas, México, a finales de la semana pasada, la familia salvadoreña se encontró con una ciudad colapsada por la migración.
Las ganas de alcanzar territorio estadounidense y una larga lista de espera para poder ser atendidos por la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos los motivó a que se aventuraran a cruzar el río, según afirmó un hermano de Martínez a la agencia EFE.
La esposa del hombre y madre de la niña, Tatiana Vanesa Avalos, de 21 años, narró que ella y su esposo intentaron cruzar el río el domingo con su hija. La salvadoreña indicó que buscaron cruzar para entregarse a las autoridades estadounidenses ante la lentitud de solicitud de asilo desde México, como miles de centroamericanos lo han hecho en los últimos meses.
Te puede interesar:México envía 15 mil uniformados a la frontera con EE.UU. para frenar migración
Óscar llevaba a la niña en los hombros, pero la fuerte corriente del río causó que la pequeña se soltara en medio del cruce obligando a su padre a correr en el cauce para rescatarla. Cuando logró sujetar a la menor, la metió bajo su camisa pero sus intentos fueron en vano pues la corriente los arrastró y los hundió en las bravas aguas del río.
Los gritos y la desesperación de la mujer atrajeron a los que pasaban por el lugar, quienes terminaron por llamar a las fuerzas de seguridad de Matamoros. La tarde del domingo comenzó un operativo de búsqueda pero al llegar la noche se suspendió hasta el lunes por la mañana, cuando los agentes dieron con los dos cuerpos sin vida a unos 500 metros del lugar donde se perdieron.
En la imagen se observa a la niña dentro de la camiseta de su padre y con un brazo sobre el cuello del hombre.
Después de partir en abril de El Salvador, la familia había entrado en México a través del cruce fronterizo en Tapachula (Chiapas), donde les habían dado una visa humanitaria que les permitía residir legalmente en el país mientras tramitaban asilo en Estados Unidos.
Tras lo sucedido, una parte de la familia que permanece en El Salvador solicitó ayuda al presidente Nayib Bukele para repatriar los cuerpos.
“Señor presidente, le quiero pedir de favor, que nos ayude a repatriar el cuerpo de mi primo Óscar Alberto y de nuestra pequeña Angie Valeria que por motivos de escasos recursos decidieron emprender camino hacia EE UU”, publicó el lunes en Twitter Enrique Gómez, primo de Martínez.
El Ejecutivo salvadoreño no tardó en responder la solicitud. “Nos unimos al dolor por esta pérdida irreparable. Ningún salvadoreño debería verse en la necesidad de dejar su país por falta de oportunidades. Te pedimos que nos envíes un mensaje privado para iniciar la repatriación”. Por el momento, la madre y esposa de los fallecidos permanece en Matamoros, a la espera de que le entreguen los cuerpos para volver a su país.
El Gobierno de Tamaulipas anunció el martes que ya se han puesto en contacto con el consulado salvadoreño para que asistan a la mujer en los trámites necesarios para la entrega de los restos, que actualmente se encuentran en el Servicio Médico Forense del lugar.
En esa zona del río Bravo, al menos una persona al mes muere ahogada intentando llegar a Estados Unidos. Solo el año pasado fallecieron 283 personas mientras intentaban cruzar la frontera. En la última semana, un total de nueve personas, entre ellas cuatro niños, han sido encontradas sin vida en la frontera con Texas.