Editorial.- Sabemos que Donald Trump intenta todos los días y de alguna manera distraernos de los muchos problemas legales, éticos, políticos y personales que lo rodean. Está muy claro que ha decidido que Rusia es un problema real para él, para Donald Trump Jr., y para las personas que asistieron a esa reunión infame con los rusos en Trump Tower. La evidencia es tan clara que él sabe que ya no puede negar los motivos de la reunión y su ex abogado Michael Cohen ha proporcionado otras pruebas.
Trump no puede negar que sabía sobre los pagos a dos mujeres justo antes de las elecciones de 2016. Cohen testificó en audiencia pública que les pagó bajo órdenes directas de Trump. Trump escribió la carta que mintió sobre los motivos de la reunión de Trump Tower. Trump mintió a los medios cuando le preguntaron si sabía sobre los pagos. Trump dijo que no hubo connivencia con los rusos, pero más tarde dijo que aunque tuviera algo que ver con Rusia, no tenía nada de malo porque no estaba conspirando. Donald Trump finalmente confesó la naturaleza de la reunión de Donald Trump Jr. con los rusos. “Esta fue una reunión para obtener información sobre un oponente, totalmente legal y que siempre se hace en política; no llegó a ninguna parte”, escribió el presidente.
Es sorprendente que sus críticos en los medios “falsos” no hayan hecho más al respecto. Es una admisión de que Donald Trump Jr. mintió cuando dijo que la reunión trataba sobre las adopciones rusas. Esta declaración falsa, lo sabemos ahora, fue dictada, pero el presidente mismo. Lo que hicieron Trump Jr. y dos de los asesores más cercanos del presidente podría considerarse una colusión. Por lo tanto, tenemos pagos a dos mujeres para influir en las elecciones y la colusión con los rusos para influir en las elecciones. El presidente debe saber, al igual que Giuliani y todo su equipo legal en la Casa Blanca, que los tweets del presidente y sus escandalosas declaraciones sobre todo indican un estado de sitio para la administración. Y la respuesta de Trump a los ataques justificados a su presidencia es crear crisis ficticias con Corea del Norte, con Irán y ahora con China. Él sabe que Rusia es un problema, por lo que afirma que China ha pirateado los correos electrónicos de Hillary Clinton. Pero no hay evidencia de que China haya hecho algo con respecto a los correos electrónicos de Hillary y tenemos a Trump en video pidiéndoles a los rusos que “encuentren los treinta mil correos electrónicos perdidos” de Hillary Clinton.
Más evidencia de la forma en que ha tratado de distraernos de los problemas reales de su presidencia: organizó dos cumbres a toda prisa, una con Kim Jong Un y otra con Vladimir Putin con un solo objetivo, el de distraer nuestra atención de los problemas en casa. Kim Jong Un continúa su programa de armas atómicas. La reunión con Putin fue una vergüenza. Y todavía tenemos a Donald Trump pataleando en las aguas fangosas del pantano que ha creado.