La adherencia a un patrón de alimentación estilo mediterráneo podría ayudar a los adultos hispanos y latinos a fortalecer las conexiones de los tejidos en sus cerebros, con beneficios para su salud cerebral en general y potencialmente contribuyendo a mejores resultados cognitivos, según un estudio difundido por la American Heart Association.
Gabriela Trifan, investigadora principal del estudio y profesora adjunta de neurología en la Universidad de Illinois, Chicago, explicó que esta es la primera investigación enfocada específicamente en hispanos y latinos que viven en Estados Unidos, “una población en crecimiento con gran riesgo de enfermedad cardiovascular y demencia”.
Según Trifan, aunque otros estudios han demostrado que la adherencia a la dieta mediterránea está relacionada con la preservación de la salud cerebral, la mayoría se ha centrado en poblaciones no hispanas, dejando un vacío importante en la literatura científica.
La dieta mediterránea enfatiza el consumo de frutas, verduras, granos enteros, frijoles, nueces y semillas, así como cantidades moderadas de productos lácteos, pescado y aves. Se caracteriza por un consumo mínimo de carne roja y alimentos procesados, mientras que el aceite de oliva es la principal fuente de grasa en la preparación de alimentos.
Entre los hallazgos más llamativos del estudio, los investigadores destacaron que el mayor beneficio para la salud cerebral parece provenir del consumo regular de granos enteros y pescado, dos componentes claves del patrón mediterráneo.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 1 de cada 10 adultos mayores de 45 años en Estados Unidos presenta signos de deterioro cognitivo, una cifra que aumenta hasta el 11,4% entre la población hispana.
Además, junto con los adultos afroamericanos, se prevé que este grupo experimente el mayor incremento en los casos de enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, en las próximas décadas, lo que subraya la urgencia de estrategias preventivas efectivas.
Vínculo entre la dieta y la integridad del tejido
Investigaciones previas dirigidas por Trifan ya habían mostrado que seguir una dieta mediterránea adaptada culturalmente podría reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo en adultos hispanos y latinos de mediana edad.
En su nuevo estudio, los científicos profundizaron en los mecanismos específicos que vinculan la dieta con la integridad del tejido cerebral, particularmente en la materia blanca, que juega un papel clave en la comunicación entre diferentes áreas del cerebro. También exploraron cómo la salud cardiovascular influye en estos procesos.
Andreana Benítez, profesora adjunta de neurología en la Universidad Médica de Carolina del Sur, señaló que la dieta mediterránea no solo mejora la cognición al favorecer la salud del corazón, sino que podría generar cambios estructurales relevantes en el cerebro.
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Para Benítez, estudiar una población con mayor riesgo de deterioro cognitivo representa un avance importante hacia mejores estrategias de prevención.
La adaptación cultural de la dieta mediterránea para que sea más accesible, práctica y atractiva para los adultos hispanos y latinos podría convertirse en una herramienta clave para reducir el deterioro cognitivo y fomentar un envejecimiento cerebral más saludable.
Estos hallazgos subrayan la importancia de promover hábitos alimentarios basados en la evidencia, pero también arraigados en las tradiciones gastronómicas de cada comunidad, fortaleciendo así su adopción a largo plazo.

































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