El 28 de junio, Día del Orgullo, es una fecha clave para el movimiento LGBTQ+ en Estados Unidos y en el mundo. Es un día en el que miles de voces se unen para alzar un clamor por la libertad, la igualdad de derechos, el reconocimiento y la lucha contra los prejuicios y la discriminación.
La historia del Día del Orgullo se remonta a los disturbios ocurridos en Greenwich Village, New York, en junio de 1969. Fue cuando la policía allanó el bar gay, Stonewall Inn, y comenzó a sacar a los clientes al exterior.
Las tensiones aumentaron rápidamente cuando los clientes se resistieron al arresto y una creciente multitud de transeúntes arrojó botellas y monedas a los oficiales. La comunidad gay de New York, harta tras sufrir acoso por años por parte de las autoridades, estalló en disturbios en los vecindarios que se prolongaron durante tres días.
El levantamiento se convirtió en un catalizador para un movimiento emergente que luchaba por los derechos de los homosexuales cuando se formaron organizaciones como el Frente de Liberación Gay y la Alianza de Activistas Gay, siguiendo el modelo por los derechos civiles y de las mujeres.
Los miembros realizaron protestas, se reunieron con líderes políticos e interrumpieron encuentros públicos. Un año después de los disturbios de Stonewall, se llevaron a cabo las primeras marchas del Orgullo Gay del país.
En 2016, el área alrededor del Stonewall Inn, que sigue siendo un popular local nocturno, fue designado monumento nacional.

Día del Orgullo: desfiles, marchas, conciertos, color y retroceso
El Día del Orgullo está dirigido a cualquier persona que sienta que su identidad sexual queda fuera de la corriente principal, aunque muchas personas heterosexuales también se unen en acompañamiento a esta celebración que destaca por los mensajes, el vestuario y por el colorido de su bandera.
Los desfiles, marchas y conciertos que tienen lugar en todo el país, y en el mundo, no solo marcan el presente, sino que conmemoran la historia de resistencia de una comunidad que se ha enfrentado durante décadas al estigma, la violencia y la exclusión. Aunque las celebraciones varían en tamaño, estilo y tono, todas comparten un espíritu común de resistencia, memoria, clamor y protesta.
En Estados Unidos, algunas de las ciudades más emblemáticas para vivir el Día del Orgullo son New York, San Francisco, Los Ángeles, Chicago, Washington, Houston, Philadelphia y Miami. Cada una ofrece una versión distinta de la fecha, que van desde los eventos multitudinarios hasta celebraciones más locales y comunitarias, pero con el mismo mensaje.
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En el contexto actual, marcado por retrocesos legislativos en varios estados de Estados Unidos, la población LGBTQ+ enfrenta nuevos desafíos que ponen en riesgo derechos que se creían consolidados. Las leyes que restringen el acceso a la atención médica de afirmación de género son solo una muestra de cómo una parte del colectivo vive en un clima de incertidumbre y exclusión.
Quienes más sufren con las medidas adoptadas en contra de la comunidad LGBTQ+ son, en muchos casos, jóvenes, personas migrantes, afroamericanas, latinas y especialmente trans, quienes ya enfrentan múltiples formas de discriminación.