De acuerdo a la cartera de Seguridad Nacional, la crisis en la frontera sur como consecuencia de la llegada pasiva de migrantes en demanda de asilo en los Estados Unidos, ha llegado a puntos inmanejables, por lo que ha pedido incrementar la presencia de efectivos en el límite con México.
Esta demanda de reforzamiento se ha hecho en la víspera de un posible cierre total de frontera que ha anunciado el presidente Trump. El mandatario en su oportunidad señaló que poco le importaban las consecuencias económicas de esa decisión.
Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, en inglés), pidió este lunes que se desplacen más efectivos a la frontera con México y que se incremente el número de migrantes devueltos al país vecino.
En el texto de un memorándum enviado al comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés), Kevin McAleenan, Nielsen solicitó que lleve a cabo de “inmediato” una reasignación temporal de personal y recursos en el linde para afrontar el flujo de migrantes, según un comunicado del DHS.
Las instrucciones implican que “la CBP acelerará sus planes de reubicación de hasta 750 funcionarios hacia los sectores de la Patrulla Fronteriza que están afectados por la emergencia”.
Nielsen precisó que la Patrulla Fronteriza puede estudiar un aumento de esa cifra y está autorizada a superarla, aunque deberá notificar si se planea que las reasignaciones superen los 2 mil efectivos.
“Volveremos a desplegar inmediatamente cientos de miembros de la CBP en la frontera para responder a esta emergencia. Buscaremos de forma urgente refuerzos dentro del DHS y de otras agencias. Y requeriremos a aquellos que buscan entrar en Estados Unidos que esperen en México hasta que una corte migratoria revise sus peticiones”, dijo Nielsen en el comunicado.
Respecto a la gestión de las solicitudes de ingreso al país por parte de los migrantes, la secretaria de Seguridad Nacional aconsejó a la Patrulla Fronteriza que expanda los Protocolos de Protección Migratoria para “devolver” a México a los extranjeros que piden entrar en EE.UU. mientras esperan a que finalicen su proceso migratorio.
Este aumento en el número de devoluciones incluirá a los detenidos en los centros de inmigración.
Nielsen señaló que la CBP también podría extender esos protocolos de seguridad a otros lugares en la frontera, aparte de aquellos en los que opera actualmente, California y Texas.
“La crisis en nuestra frontera está empeorando y el Departamento de Seguridad Nacional hará todo lo que está en su poder para acabar con ella”, destacó la responsable.
“No nos quedaremos parados mientras que el Congreso fracasa de nuevo a la hora de actuar -agregó-, así que todas las opciones están sobre la mesa”.