Consiente de que la línea de la “proximidad” se había redibujado, el gobernador de Nueva York dimitió. Andrew Cuomo no aguantó la presión y renunció. Sin embargo no admitió haber incurrido en ninguna mala conducta. “Creo que, dadas las circunstancias, la mejor manera en que puedo ayudar ahora es si me hago a un lado”.
Esas fueron las palabras del procesado por acoso sexual de Albany. Se retira para que “el gobierno vuelva a ser gobierno”. Sus palabras fueron transmitidas en un discurso en vivo. “Mi dimisión será efectiva en 14 días”. Cuomo será sustituido por la vicegobernadora Kathleen Hochul, también demócrata.
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El escenario no está fácil. Según la cuenta 11 mujeres lo acusaran de acoso sexual. La fiscal general de Nueva York dijo que cree en lo expuesto por la casi docena de acosadas. Así lo manifestó Letitia James cuando reveló los hallazgos del informe.
Cuomo no aguantó la presión
Cuomo no aguantó la presión. Con 63 años de edad en la alforja se enfrenta a una batalla colosal. De acuerdo a datos de la AFP prosiguió en negación. No se siente responsable de las acusaciones de acoso sexual esbozadas. Al parecer no ve verdades en el informe publicado la semana pasada por la oficina del fiscal general de Nueva York.
“He sido demasiado informal con la gente”, sostuvo. “Abrazo y beso a la gente casualmente. A las mujeres y a los hombres. Lo he hecho toda mi vida”.
“En mi mente, nunca crucé la línea con nadie”, añadió. “Pero no me di cuenta de hasta qué punto se ha redibujado la línea”.
Disculpas entre líneas
Andrew Cuomo señaló que quería “disculparse profundamente, profundamente”. Mostró su arrepentimiento “con cualquier mujer que pudiera haberse sentido ofendida por sus acciones”. Sin embargo el lunes el demócrata recibió una estocada.
Al parecer Cuomo no aguantó la presión tras las declaraciones de la acusadora anónima. Una de la oncena que el lunes pasado narró cómo su “trabajo soñado” se convirtió en “una pesadilla”. Ella pidió que Andrew Cuomo “rindiera cuentas”.
“El gobernador debe rendir cuentas (…) Lo que me hizo es un crimen. Violó la ley”, dijo Brittany Commisso a CBS News.
El castillo de naipes de Coumo ya estaba en el suelo. El pasado domingo una de sus principales asesoras renunció. Lo hizo tras conocer que aumentaban las posibilidades de que el político se enfrente a cargos por supuesto acoso sexual a 11 trabajadoras estatales antiguas y actuales.
Se trata de Melissa DeRosa. Ella ha desempeñado las tareas de secretaria del gobernador desde 2017. Había sido descrita durante mucho tiempo por los medios neoyorquinos como una de las confidentes más cercanas de Cuomo.
Demócratas lo deseaban fuera
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se sumó hace una semana a los principales líderes demócratas. Ellos solicitaron la renuncia del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. No tuvieron elección tras la investigación independiente que concluyó que el poderoso político acosó sexualmente a varias mujeres.
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Cuomo es un político quien recibió elogios en todo el país por su gestión al inicio de la pandemia. Frente a los hechos negó cualquier conducta inapropiada. Se resistió a los llamados a su dimisión. Obvió que la pesquisa determinara acoso a actuales y exfuncionarias estatales. Sin embargo Cuomo no aguantó la presión.
Su posición era cada vez más insostenible. Biden y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, lo reprocharon. Dijeron que el gobernador durante tres mandatos, en el cargo desde 2010, debería dejar su puesto.