El Ministerio de Salud Pública de Cuba canceló el desfile anual que organiza a manera de conga en reclamo de los derechos LGTB, el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), dirigido por Mariela Castro Espín, hija del líder del Partido Comunista Raúl Castro.
Desde el 2007, la llamada “Conga contra la Homofobia” era uno de los ejes de un programa por la diversidad que organiza el CENESEX, y este año se desarrollaría entre el 6 y el 18 de mayo.
Aunque en esta 12va edición se realizarán talleres, conversatorios y galas culturales, el comité organizador de las jornadas suspendió el desfile por indicación del Ministerio de Salud Pública debido a “la actual coyuntura que está viviendo el país”, indicó una nota oficial sin dar detalles.
Activistas cubanos defensores de los derechos LGTB han criticado la decisión del Gobierno de cancelar el evento contra la homofobia de este año, debido a que perdieron su principal plataforma en momentos en los que el país se prepara debatir la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo.
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El CENESEX, que ha encabezado los avances en asuntos de derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) en los últimos años, indicó que las tensiones internacionales y regionales implican que el desfile no se podría realizar con éxito.
“Pensábamos que la Conga cubana contra la Homofobia y la Transfobia ya estaba aprobada y consagrada. Error”, ha escrito el dramaturgo y activista LGTB Norge Espinosa en una publicación en la red social Facebook. “No permitirla es una señal que nos induce a volver al closet, a saber que no somos bienvenidos. Que la ilusión puede deshacerse. A no ser que tengamos lo que hace falta para dar la batalla”, añadió.
El médico y activista por los derechos LGTB Alberto Roque dijo en su cuenta de Facebook que “los grupos evangélicos fundamentalistas en Cuba reciben una nueva gratificación del gobierno cubano con la suspensión de la Conga”.
El pasado año, durante las discusiones públicas que generó la nueva Constitución, grupos evangélicos se pronunciaron en duros términos contra el matrimonio gay, previsto en el anteproyecto constitucional y que finalmente fue descartado.
“Nunca aspiramos a que un proceso de transformación cultural tan profundo como el desmontaje de prejuicios homofóbicos y transfóbicos tan acendrados en nuestra sociedad, transcurriera de una manera lineal, sin contradicciones e incluso estancamientos o retrocesos”, escribió el periodista y activista LGTB Francisco Rodríguez en su blog, Paquito el de Cuba.
“No importa que este año nos pidan no hacerla. Lo ya bailado, y lo que nos queda por bailar, no nos lo van a quitar”, añadió Rodríguez, quien se define como “comunista y gay”.
El Gobierno de Cuba ha controlado durante mucho tiempo los espacios públicos y ha permitido pocas marchas aparte de las que le expresan su apoyo. La Habana dice que se enfrenta a intentos de socavarla por parte de disidentes dirigidos por Estados Unidos.
La conga en La Habana era una excepción que se había convertido en un acto regular. A pesar de haber enviado a los homosexuales a campos de trabajo en los primeros días de la revolución de Fidel Castro en 1959, Cuba se ha convertido en un líder regional en derechos LGTB en los últimos años, especialmente en el Caribe, donde algunos países aún tienen leyes contra la sodomía.
La isla garantiza derechos como las operaciones gratuitas de cambio de sexo, aunque ha retrasado una decisión sobre otros asuntos como el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Algunos activistas LGTB buscan organizar un evento alternativo el sábado 11 de mayo, fecha en la que estaba programada la celebración de la conga.