En 2023 el éxodo de cubanos alcanzó niveles récord en dos años. Una huida sin precedentes desde el inicio de la Revolución en 1959, motivada por la grave crisis económica de la isla caribeña.
En medio de una vertiginosa inflación a la que se suma el desplome de la producción agrícola y de una lenta recuperación del turismo en el país, muchos jóvenes han partido desilusionados por el rápido deterioro de la situación económica.
“Era muy difícil resolver y saciar las necesidades básicas, no había de nada, el tema de los apagones era insoportable y el de la comida, el precio del dólar” subía sin parar, dice a AFP una inmigrante cubana que llegó a Miami el pasado noviembre.
La ruta más común de los cubanos que emigran es viajar por vía aérea hasta Managua, Nicaragua y desde ahí recorrer un riesgoso camino de aproximadamente 3.000 kilómetros hasta llegar a la frontera entre México y Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos dio a conocer en fecha reciente que en 2023 registró unas 153.600 entradas irregulares de cubanos a territorio estadounidense. Otros 67.000 volaron directamente a Estados Unidos gracias al programa conocido como Parole, implementado hace un año por la Administración de Joe Biden.
Sumado a los más de 313.000 que ingresaron sin papeles en 2022, esto “representa el mayor número de migrantes cubanos jamás registrado en dos años corridos desde el comienzo del éxodo cubano posrevolucionario en 1959”, comenta Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
En dos años al menos 533.000 cubanos llegaron a Estados Unidos, una cifra equivalente al 4,8% de los 11,1 millones de habitantes de la isla. Esto, sin contar las entradas con otros tipos de visas sobre las cuales no hay cifras oficiales disponibles.
A esta ola migratoria solo le preceden la del Mariel, en la década de 1980 cuando 130.000 cubanos partieron de la isla, seguida por los “balseros” en 1994 con 35.000 y la huida por razones políticas entre 1960 y 1963 de 300.000 al principio de la revolución.
En los últimos dos años se han ido de la isla “muchos jóvenes con niveles educativos y ocupacionales elevados, lo que representa una pérdida sustancial de recursos humanos para Cuba, que tiene una de las poblaciones más envejecidas de la región”, agrega Jorge Duany.
América Latina y Europa también son destino de decenas de miles de cubanos, sin embargo, no hay una cifra oficial global.
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Por ejemplo, 36.574 cubanos pidieron refugio en México entre 2022 y 2023, mientras que al menos 22.000 ingresaron a Uruguay y cientos llegaron a Chile, según cifras oficiales de estos tres países consultadas por AFP.
La salida masiva inició en noviembre de 2021, cuando Nicaragua, un aliado de Cuba, eliminó el requisito de visa para cubanos. Una válvula de escape para la isla sumida en su peor crisis económica en tres décadas.
En 2023 se disparó también un inusual tráfico de vuelos subarrendados cargados de migrantes cubanos hacia Managua, un fenómeno que llevó a Washington a sancionar en noviembre pasado a estas empresas aéreas.
En Europa, España es uno de los destinos favoritos de los cubanos, en especial luego de la aprobación en 2022 de la llamada ley de nietos, que permite obtener la nacionalidad a descendientes de españoles.