En medio de una histórica ola de protestas el régimen cubano decidió autorizar a los viajeros la libre importación de medicinas, alimentos y productos de aseo personal.
Desde el pasado domingo 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles de varias localidades de la isla para exigir libertad y poner fin a sus insatisfechas necesidades básicas. Desde entonces las manifestaciones no cesan y las autoridades practican detenciones, aunque se desconoce el resultado de dichos procedimientos.
El gobierno acordó “autorizar excepcionalmente y con carácter temporal, la importación por la vía del pasajero, es decir del equipaje acompañante en el viaje, los alimentos, productos de aseo personal y medicamentos sin límite de valor de importación y libre de pago de aranceles”, indicó el primer ministro cubano, Manuel Marrero en la televisión oficial.
En las jornadas de protestas los cubanos se quejaron porque sólo los miembros del partido comunista tienen acceso a medicamentos y alimentos. Para tratar de paliar las manifestaciones a un grupo de intelectuales cubanos se le ocurrió la idea de permitir la importación de medicinas y comida, y con ello aliviar la cruda escasez.
“Esto es una medida que estamos tomando hasta el 31 de diciembre, después haremos una valoración”, expresó el funcionario quien se encontraba acompañado del presidente cubano Miguel Díaz-Canel. El día que comenzaron las protestas, el mandatario llamó a los comités de defensa de la revolución a salir a las calles para acallar a los manifestantes.
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Hace algunos meses el gobierno cubano anunció que su industria farmacéutica había desarrollado una poderosa vacuna contra el coronavirus la cual bautizó como Abdala. Sin embargo, las leyes cubanas permiten la importación no comercial de 10 kilogramos de medicamentos libres de impuestos. Los que deseen importar alimentos y productos de aseo personal deben pagar costosos aranceles. Sólo el gobierno cubano vende alimentos en divisas.
A partir del próximo lunes 19 de julio los viajeros que lleguen a Cuba podrán llevar consigo a la isla comida, productos de aseo y medicamentos sin ningún tipo de límites. Con ello se espera atenuar la extrema escasez y malestar social que detonó una inédita ola de protestas en 14 ciudades de la isla, la primera en seis décadas de la llamada revolución.