El Gobierno de Pensilvania está maniobrado en medio de la turbulencia que causa la alta demanda de pruebas para diagnosticar el coronavirus, una imperiosa solicitud que crece al igual que los petitorios de compensación por desempleo.
Las diferentes instancias gerenciales de la administración de Tom Wolf están tratando de aguantar la presión. El Departamento de Salud de Pensilvania está trabajando en un plan para abrir lugares públicos de prueba para el coronavirus, a medida que más servicios se cierran y el estado ve un pico en las personas que solicitan compensación por desempleo.
Los datos sobre esta situación provienen de Harrisburg. Desde la Associated Press se ha hecho un reporte en el que advierte que el Departamento de Salud y la Agencia de Manejo de Emergencias de Pensilvania están en el proceso de organizar sitios públicos de prueba, uno en Filadelfia y otro en el condado de Montgomery, en el sudeste de Pensilvania, que fue duramente golpeado.
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De acuerdo a lo que se ha divulgado el modelo seguirá la guía federal con un concepto de “drive-through” con pruebas reservadas para las personas que cumplan ciertos criterios, dijeron los funcionarios.
Randy Padfield, director de la Agencia de Manejo de Emergencias de Pensilvania, durante una conferencia de prensa en la sede de su agencia dijo que “el objetivo de estos dos sitios es realmente probar a la gente que se encuentra dentro de un cierto rango de síntomas”.
Algunos hospitales están operando sitios de recolección de muestras, mientras que otros están operando sus propios laboratorios de pruebas.
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El Hospital Infantil de Filadelfia puede hacer pruebas para COVID-19, y el Sistema de Salud Geisinger puede hacer pruebas a sus propios pacientes; los Laboratorios de la Red de Salud/Lehigh Valley Health Network podrán hacer pruebas en los próximos días.