El mundo del automóvil vive cambios a gran escala con la incorporación de la electricidad. Adquirir un vehículo eléctrico podría representar un gran costo, pero su mantenimiento es considerado más económico.
En un auto eléctrico no hay que hacer cambios de aceite, de filtros ni de combustible. Tampoco hay que colocar líquido refrigerante, bujías, tubo de escape, motor de arranque, radiador de agua ni correas de distribución o mangueras.
El los autos eléctricos, la transmisión es directa, no hay caja de velocidades, por lo tanto tampoco hay varillaje ni embrague.
De acuerdo a lo publicado por la Federal Office of Energy Efficiency and Renewable Energy de Estados Unidos, la proporción del costo de un auto eléctrico es de 3,7 centavos de dólar cada un kilómetro, contra 6,2 centavos de uno con motor a gasolina.
Para las personas que recorran cerca de 25 mil kilómetros por año, el ahorro podría estar en el orden de los 625 dólares en ese mismo lapso de tiempo.

En un auto eléctrico no hay que hacer cambio de combustible. Twitter @arandatamayo_
Aunque representa un gran ahorro, al auto eléctrico, se le debe hacer inspecciones periódicas, lo que a uno convencional también se le debe hacer.
Estas inspecciones incluyen revisar el estado de los neumáticos, suspensiones, dirección y frenos, cepillos de limpiaparabrisas y cambio del filtro de aire.
Los frenos podrían representar otro punto a favor del ahorro. según el modo de conducir de cada propietario, estos pueden tener mayor durabilidad.
El inconveniente monetario se puede presentar cuando hay problemas inherentes a su tecnología esencial, donde no se habla de mantenimiento sino de reparaciones o reemplazos.
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La batería de iones de litio es uno de los componentes más costosos de los autos eléctricos. Su correcto uso y tratamiento de carga y descarga asegura que funcione correctamente por varios años, pero cuando llega el momento de cambiarla, ese costo será muy alto.
Una batería puede representar el 25% del precio del automóvil. En promedio, se cree que luego de entre cinco y ocho años, el rendimiento es menor y entonces su autonomía puede bajar hasta el 75% respecto a cuando era nueva.
Hay dos opciones, cambiarla y gastar entre cinco mil y 20 mil dólares según el auto y la batería de que utilice, o aceptar que las distancias serán menores. Si se toma este camino, el auto tendrá un muy bajo precio de reventa, porque quién lo compre, en poco tiempo tendrá que cambiar la batería.

El otro dato que no se puede dejar de lado es que el motor eléctrico solo tiene una pieza con movimiento, el rotor. Esto hace que difícilmente tenga problemas o averías, pero cuando ello ocurra, este no se podrá reparar.
Se debe cambiar completamente, y su costo, según el modelo y especificación, puede ir desde los tres mil a los 10 mil dólares.
Comprar un auto eléctrico se traduce en grandes beneficios para el medio ambiente y para el comprador, pero es importante tener en cuenta ciertos detalles que se pueden presentar con los años de uso.