Una corte argentina condenó al primer juez que investigó el caso del ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó 85 muertos en Buenos Aires en 1994. La sanción se aplicó al magistrado Juan José Galeano y al secretario de Inteligencia de la época, Hugo Anzorreguy, por haber desviado la investigación, pero absolvió del mismo cargo al máximo responsable político del momento, el expresidente y actual senador Carlos Menem.
Menem, de 88 años, era juzgado desde 2015 por sospechas de haber entorpecido la investigación de lo que se conoce popularmente en Argentina como la “pista siria”. Concretamente se le acusaba de haber protegido a un comerciante de origen sirio llamado Alberto Kanoore Edul, sospechoso en la causa, que habría tenido vínculos con la familia presidencial.
Según la querella el hermano menor del expresidente, Munir Menem, había intercedido ante el juez Galeano para que no investigaran a Edul.
El fallo pone fin a una de las muchas bifurcaciones que tuvo el caso AMIA, cuya autoría intelectual se le atribuye a exdiplomáticos de Irán y que 25 años después sigue sin esclarecerse y sin un solo culpable juzgado.
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Menem fue desvinculado de los delitos de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público y encubrimiento que la Fiscalía le había imputado y por lo que había solicitado para él cuatro años de prisión.
“Se hizo justicia, se terminó con una pesadilla y un proceso absurdo”, explicó a la prensa el abogado del exmandatario Omar Daer, según reporte de la agencia EFE.
Por su parte, Galeano y Anzorreguy fueron condenados a seis y cuatro años y medio respectivamente, por otra acusación de encubrimiento en la misma causa que involucró al hombre acusado de haber vendido la camioneta que se utilizó como coche bomba, Carlos Telleldín, el primer detenido del caso.
La investigación del atentado volvió a tomar relevancia en años recientes por la muerte en circunstancias sospechosas del último fiscal de la causa, Alberto Nisman quien apareció muerto en enero de 2015, en un aparente suicidio que luego sería declarado un asesinato.
Nisman murió horas antes de brindar testimonio ante el Congreso sobre supuestas evidencias que, según él, mostraban que la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) había firmado un pacto con Irán para encubrir a los responsables del atentado.
En marzo de 2018 se anunció que Fernández de Kirchner enfrentará un juicio por las acusaciones de encubrimiento. La propia exmandataria, hoy senadora, pidió al juez de la causa ir cuanto antes a juicio para poder probar su inocencia.