El reciente tiroteo masivo de South Street ha renovado el llamado a ejecutar modificaciones legales que puedan garantizar el control de armas en Filadelfia. La ciudad ha intentado revocar la ley de preempción la cual prohíbe a los municipios aprobar medidas restrictivas en relación a las armas más estrictas que las leyes estatales.
Los defensores del control de armas y los líderes de la ciudad sostienen que la ley estatal elimina herramientas clave que Filadelfia podría utilizar para combatir su crisis de violencia armada.
“Hay muchas soluciones, y nuestras manos están increíblemente atadas”, dijo Max Weisman, portavoz del concejal Isaiah Thomas, que asistió el lunes a un debate sobre la violencia con armas de fuego con el senador Bob Casey y estudiantes de la escuela de Filadelfia.
"Every year, 1% gun violence deaths of come from mass shootings in which four or more people were killed." https://t.co/ChdLAUrlDI
— Jim MacMillan (he/him) (@JimMacMillan) June 6, 2022
Mientras tanto, la legislatura de Pensilvania, dirigida por los republicanos, se niega sistemáticamente a abordar la legislación de control de armas.
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El presidente del Concejo Municipal, Darrell L. Clarke sostiene que esta traba legal se traduce en víctimas de la violencia. “La gente está muriendo en números desmesurados debido a la violencia con armas de fuego aquí. Si Harrisburg no nos ayuda, debería quitarse de en medio y dejar que Filadelfia apruebe leyes de armas más fuertes y con sentido común para proteger a nuestros ciudadanos”.
De acuerdo al Philadelphia Inquirer, el Tribunal de la Commonwealth confirmó hace tres semanas la primacía del Estado sobre las ordenanzas locales en materia de armas en dos demandas distintas, una de Filadelfia y otra de Pittsburgh. Ese tribunal también lo confirmó en una decisión de febrero en otro caso de Filadelfia.
Medidas introducidas
Los demócratas han introducido docenas de medidas destinadas a prevenir la violencia con armas de fuego en los últimos años. El gobernador Tom Wolf ha instado a la legislatura a aprobar leyes para exigir la comprobación de los antecedentes en todas las ventas de armas, exigir la pronta notificación de las armas perdidas y robadas, impedir el acceso a las armas de fuego a las personas en crisis de salud mental y tomar otras medidas.
Por otra parte, los líderes republicanos de la cámara de representantes y del senado han sostenido que para abordar el problema de la violencia con armas no se necesitan nuevas leyes, sino una aplicación más estricta de las ya existentes en la ciudad.
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Jason Gottesman, portavoz del líder de la mayoría republicana en la Cámara, Kerry Benninghoff cree que, en lugar de insistir en el control de armas, es el liderazgo el que debe ser revisado.
Crisis de liderazgo
“La crisis de violencia con armas de fuego de Filadelfia no es un problema de no tener suficientes leyes en los libros, es en cambio una crisis de liderazgo que se deriva de la negativa de los líderes de la ciudad y de la Oficina del Fiscal del Distrito a hacer cumplir las leyes sobre delitos con armas de fuego que ya están a su disposición”.
En medio de la disputa legal, se espera que cese la espiral de violencia que ha secuestrado la tranquilidad y seguridad de los residentes de Filadelfia.