Después de semanas de declive, el movimiento de los “chalecos amarillos” trataba de cobrar un nuevo impulso el fin de semana con una gran manifestación en París opacada por enfrentamientos con la policía y saqueos.
Los primeros brotes de violencia se registraron poco antes del mediodía en la famosa avenida de los Campos Elíseos, donde se habían congregado varios miles de manifestantes.
Mientras algunos grupos coreaban lemas anticapitalistas y antipoliciales, otros erigieron barricadas y atacaron tiendas como Hugo Boss, Lacoste y Nespresso. También restaurantes como el célebre Fouquet’s, frecuentado por famosos.
A poca distancia de los escaparates destrozados junto al Arco de Triunfo, otros manifestantes, muchos de ellos vestidos de negro y con capucha o casco en la cabeza, lanzaron adoquines a las fuerzas del orden que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
En imágenes difundidas por las televisiones, se observó que otro grupo trató de atacar un camión de la gendarmería.
Balance
Según un balance divulgado por la policía a media mañana, 31 personas fueron detenidas.
Hacía semanas que no se veían en París escenas de saqueos y enfrentamientos como éstos, que recuerdan a los que se registraron en los mismos Campos Elíseos a finales de noviembre y principios de diciembre de 2018, y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, denunció actos de “profesionales del destrozo y del desorden” y pidió a la policía responder con “la mayor firmeza a estos ataques inadmisibles”.
Según cifras comunicadas por el ministro, entre 7 y 8 mil personas se manifestaban en la capital francesa el sábado, entre ellos 1.500 ultraviolentos.
Seguridad
Las fuerzas de seguridad estaban fuertemente movilizadas en la capital en el 18º sábado consecutivo de manifestaciones de “chalecos amarillos” contra la política fiscal y social del gobierno francés.
El centro de París amaneció con estaciones de metro cerradas y escaparates protegidos en previsión de una mayor movilización al cumplirse cuatro meses del inicio de las protestas.
“¡Nos desmovilizamos un poco la semana pasada pero no estamos muertos! Macron, vamos a por ti”, dijo Murielle, una “chaleco amarillo” que participaba en una marcha que salió del noroeste de París.
Varias figuras de este movimiento apolítico que se organiza en las redes sociales invitaron a sus simpatizantes a converger en la capital.
Unos 5 mil hombres y seis vehículos blindados de la gendarmería estaban desplegados en la capital, donde había convocadas también otras manifestaciones como la llamada “Marcha del siglo” por el clima.