Los chilenos van a las urnas este domingo 14 de diciembre en un país polarizado entre el candidato más a la derecha desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet hace 35 años y una comunista moderada que representa a la izquierda.
Los sondeos señalan como favorito al abogado José Antonio Kast, de 59 años, devoto católico y padre de nueve hijos, que promete deportar a casi 340.000 migrantes sin papeles, la mayoría venezolanos, y atacar de frente la criminalidad.
Su rival es la comunista moderada Jeannette Jara, una abogada de 51 años de origen humilde, exministra de Trabajo, que promete subir el sueldo mínimo y defender las pensiones.
“El país se cae a pedazos”, dice Kast una y otra vez en su tercer intento de llegar a la presidencia como candidato del Partido Republicano que fundó hace cinco años, porque la derecha tradicional le parecía muy blanda.
En sus actos públicos, detrás de un vidrio blindado en uno de los países más seguros de la región, este exdiputado presenta a Chile casi como un Estado fallido dominado por el narcotráfico, que se aleja del “milagro económico” que lo tornó una de las naciones más exitosas de Latinoamérica.
“Lo importante, más que los beneficios sociales, es el trabajo, la seguridad. Que la gente pueda salir de su casa sin tener miedo y regresar en la noche y no pensar que en las esquinas le va a pasar algo”, dijo a la AFP Úrsula Villalobos, una ama de casa de 44 años que votará a Kast.
“Hay que tomar medidas un poco extremas al principio para después lograr un país tranquilo”, añade.
“Un Pinochet sin uniforme”
Un 63% de los chilenos dicen que el crimen y la violencia son su mayor preocupación, seguido por el bajo crecimiento, según el último sondeo Ipsos de octubre.
Expertos señalan sin embargo que la percepción del miedo en Chile es mucho mayor de lo que indican las cifras reales de criminalidad.
Los homicidios se duplicaron en la última década, aunque están en baja hace dos años. No obstante, hay un alza de crímenes violentos como el secuestro y la extorsión, de la mano de la llegada al país de bandas venezolanas, colombianas y peruanas, como el Tren de Aragua.
El gobierno izquierdista de Gabriel Boric, un exlíder estudiantil que llegó al poder tras las masivas protestas de 2019, fracasó en reformar la Constitución de Pinochet y eso “le quitó todo el piso político”, estimó Robert Funk, profesor de ciencia política de la Universidad de Chile.
Muchos chilenos reclaman un cambio.
El denominado estallido social “fue muy largo y muy traumático”, lo que sumado a la crisis por la pandemia produjo “un movimiento al conservadurismo”, explica la politóloga Claudia Heiss.
Hay además cinco millones de nuevos votantes debido al restablecimiento del sufragio obligatorio “con una inclinación muy marcada a la derecha y a la ultraderecha”, apuntó.
Cecilia Mora, una jubilada de 71 años, votará a Jara para preservar los beneficios sociales y porque Kast le parece “un Pinochet sin uniforme”.
“Quiero que mi país vuelva a ser tranquilo, que uno pueda caminar por las calles libremente sin el temor que te quiten la cartera (…) Kast me recuerda mucho a la dictadura” que dejó 3.200 muertos y desaparecidos entre 1973 y 1990, dice.
Favorito a pesar de Pinochet
Kast apoyó a la dictadura militar y asegura que si estuviera vivo, Pinochet votaría por él. Pero en esta última campaña evitó hablar de este tema y de otros que puedan restarle votos, como su oposición al aborto bajo cualquier circunstancia.
Investigaciones periodísticas revelaron en 2021 que el padre de Kast, nacido en Alemania, fue miembro del partido nazi de Adolf Hitler.
Pero Kast afirma que su padre fue un conscripto forzado en el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial y niega que haya sido un partidario del movimiento nazi.
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En la primera ronda electoral hace un mes, tanto Jara como Kast obtuvieron un cuarto de los votos, con una ligera ventaja para la izquierdista. Pero los sufragios de toda la derecha sumaron un 70%, y analistas creen que propulsarán a Kast al palacio presidencial de La Moneda.
Desde 2010 la derecha y la izquierda se alternan el poder en Chile en cada elección presidencial.
“Kast va a ganar probablemente por un buen porcentaje” pero “no hay que pensar que tiene un mandato súper fuerte para hacer lo que quiere”, porque mucha gente lo vota porque tiene temor a Jara, estimó Funk.
Lo votarán sobre todo “a pesar de su apoyo a Pinochet, no por su apoyo a Pinochet”, agregó.
Por AFP

































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