La libertad de expresión nuevamente ha quedado resguardada por una decisión del Tribunal Supremo de los EEUU. Una cheerleader de Pensilvania y su familia encontraron justicia. Demandaron al Distrito Escolar y la corte falló que suspendió erróneamente a la animadora.
La puja judicial empezó luego que la animadora realizara una publicación vulgar en las redes sociales. Hizo el post después de no clasificarse para el equipo universitario. La publicación la realizó fuera de la escuela, sin embargo el mensaje le costó una suspensión.
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De acuerdo a una nota de Mark Sherman de WHYY el tribunal votó 8-1 a favor de Brandi Levy. Ese es el nombre de la estudiante que desde los 14 años brega con esta demanda judicial. En el caso fue identificada como BL. Ahora la chica tiene 18 años de edad.
Cheerleader de Pensilvania es reivindicada
Con la adolescencia a cuesta no es difícil tener medidas. Con para el momento 14 años Levy expresó su decepción por no entrar en el equipo de animadoras del equipo universitario. Lo hizo a través de Snapchat. Redactó una cadena de palabras “acentuadas” acompañadas con un dedo medio levantado. La reacción de la escuela fue someter a la chica al escarnio, pero hoy la cheerleader de Pensilvania es reivindicada.
La Associated Press también se hizo eco del caso. Investigó que Levy, de Mahanoy City Pensilvania, no estaba en la escuela cuando hizo su publicación. No obstante fue suspendida de las actividades de animadora durante un año. En opinión del juez Stephen Breyer la suspensión violaba los derechos de la Primera Enmienda de Levy. Él es un honorable integrante del alto tribunal.
Más allá del fallo los magistrados dejaron en claro una circunstancia periférica. Los jueces no impiden que las escuelas disciplinen a los estudiantes por lo que dicen fuera del campus. Ya existía un fallo anterior del tribunal federal de apelaciones. Prohibió a las escuelas públicas castigar la expresión fuera del campus.
Lo superfluo y lo templado
La ley es una balanza que trata de atender con los ojos cerrados las sustancias. El litigio es el último de una serie de casos que comenzó con Tinker contra Des Moines. Un caso de la época de Vietnam de una escuela secundaria en Des Moines, Iowa.
La jurisprudencia recuerda que suspendieron a los estudiantes que llevaban brazaletes para protestar contra la guerra. En una sentencia histórica, el Tribunal Supremo se puso de parte de los alumnos. Declaró que los estudiantes no “pierden sus derechos constitucionales a la libertad de expresión en la puerta de la escuela”.
El tribunal también sostuvo entonces como ahora un punto importante. Las escuelas conservaban la autoridad para restringir la expresión que pudiera perturbar el ambiente escolar.
El juez Breyer escribió que el caso de Levy parecía menos grave que su predecesor de la era de Vietnam. “Podría ser tentador desestimar las palabras de B. L. como indignas de las sólidas protecciones de la Primera Enmienda que aquí se discuten. Pero a veces es necesario proteger lo superfluo para preservar lo necesario”, escribió. Utilizó las iniciales de Levy porque así fue identificada en la demanda original. Levy ha concedido numerosas entrevistas permitiendo que se utilice su nombre.
Sobre la cualidad del mensaje
Ya es un hecho. La cheerleader de Pensilvania es reivindicada. El caso surgió a raíz de los mensajes de Levy. Uno de los cuales aparecían ella y una amiga con el dedo corazón levantado. En texto hicieron el uso repetido de una vulgaridad para quejarse de que la habían dejado fuera del equipo de animadoras del equipo universitario.

“F… escuela f… softball f… cheer f… todo”, escribió cerca del final de su primer año. Ahora, con 18 años, Levy acaba de terminar su primer año de universidad.
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Los padres de Levy interpusieron una demanda federal. Lo hicieron después de que el entrenador de las animadoras la suspendiera del equipo universitario durante un año. Los tribunales inferiores fallaron a favor de Levy, y fue readmitida.
El distrito escolar apeló al Tribunal Supremo tras la amplia sentencia de apelación que decía que la expresión de los estudiantes fuera del campus estaba más allá de la autoridad de las escuelas para castigar. Su causa fue desechada.