Incautaciones de ingentes cantidades de fentanilo producido y contrabandeado desde suelo azteca, ya ha sido expuesto como uno de los hilos narrativos que da forma a la mortal consecuencia que por el abuso de opiáceos tiene en alerta a los Estados Unidos.
Estos datos también han sido hilvanados a la necesidad de dar vigor a la “Declaratoria de Emergencia Nacional” firmada por el presidente Donald Trump, debido a que un muro en la frontera sur frenaría el ingreso de esta droga que se calcula lleva a la muerte por sobredosis a 90 estadounidenses diariamente.
Kellyanne Conway, una de las asesoras más cercanas del presidente estadounidense, Donald Trump, conectó la crisis de opiáceos que vive Estados Unidos con los “problemas” en la frontera sur del país con México.
Sin embargo no hay precisiones en cuanto a la incidencia total del contrabando en los casos mortales de la nación, debido a que se sabe que muchos de los opiáceos que participan en los casos de sobredosis provienen del sistema nacional de salud.
La asesora de la Casa Blanca ha dicho que “la Patrulla Fronteriza (CPB, en sus siglas en inglés) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) han hecho incautaciones de cantidades históricas de fentanilo en la frontera. “Esto es una emergencia nacional”, dijo Conway en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se celebra estos días a las afueras de Washington.
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La Administración de Trump ha denunciando anteriormente que los narcotraficantes mexicanos ya están produciendo en sus laboratorios fentanilo, un analgésico entre 30 y 50 veces más potente que la heroína.
“Los opioides matan. No importa si eres negro, blanco, hispano, chico, chica, gay, heterosexual, joven, viejo, rico, pobre; no importa”, insistió Conway.
“La buena noticia -agregó- es que desde que empezamos a centrarnos en el tratamiento y la educación de prevención, los datos están empezando a mejorar”.
En su intervención, la consejera del presidente agradeció a Trump que declarara en 2017 el uso de opioides en EE.UU. como una “emergencia de salud pública” y destacó el papel de la primera dama, Melania Trump, para combatir esta epidemia.
“Trump es el presidente más pro vida en la historia de Estados Unidos y con esta declaración lo volvió a demostrar”, consideró.
Se calcula que unas 91 personas mueren por sobredosis de los opiáceos cada día en este país, según los datos publicados en 2017 en un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
Al vincular la crisis de opiáceos con la situación en la frontera, Conway trató de justificar parte de la última declaración de emergencia nacional de Trump, ordenada a mediados de febrero.
Trump declaró esa “emergencia nacional” para financiar la construcción de una barrera fronteriza en el linde con México, e inició así una probable batalla judicial de la que dependerá el futuro de su polémico proyecto del muro.
Después de dos años de choques con un Congreso reticente a ayudarle a cumplir su promesa electoral estrella, Trump decidió sortear al Poder Legislativo y emitir esa declaración de emergencia, que permite a los presidentes de EE.UU. acceder temporalmente a una potestad especial para hacer frente a una crisis.