Cada año, el Caribe colombiano se traslada a Florida a través de un evento que crece en fuerza y significado: el Carnaval de Barranquilla Orlando. Lo que comenzó como una manera de recordar las raíces, hoy se ha convertido en una cita imperdible para cientos de colombianos y latinos que encuentran en Orlando un espacio de fiesta, identidad y orgullo cultural.
Carnaval de Barranquilla: Una tradición que se reinventa en la diáspora
El Carnaval de Barranquilla, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad declarado por la UNESCO, tiene siglos de historia en la costa Caribe de Colombia. Su esencia –la Batalla de Flores, la Guacherna, la música folclórica, con sus cumbias, flautas y tamboras, el Rey Momo y la Reina– late con igual fuerza en Orlando gracias a la organización Carnaval en Orlando, que desde hace años ha tejido esta fiesta con sabor local.

Aquí, el carnaval es más que un desfile: es un puente que conecta a padres con hijos, a abuelos con nietos. Representa un punto de encuentro para quienes extrañan su tierra, para quienes quieren que sus hijos mantengan viva la cultura caribeña y para quienes desean compartirla con otros latinos no colombianos y públicos interesados en lo folclórico y que permite que quienes quizás, nunca han estado en Barranquilla, experimenten la energía del Caribe.
Carrozas, comparsas, música en vivo, gastronomía típica, concursos y actividades culturales convierten las calles de Orlando en un escenario de alegría colectiva y de aprendizaje cultural.
Puedes leer: Mauricio P. Gómez: ¡Gestor cultural de los colombianos en EE.UU.!
En un contexto más amplio, estas celebraciones conforman redes culturales, fomentan el turismo local, el consumo de negocios latinos, y fortalecen el sentido de pertenencia por nuestras raíces caribeñas.
Protagonistas 2026: música y carisma
La edición de 2026 trae consigo un reinado cargado de simbolismo. Como Rey Momo ha sido designado el artista vallenato Carlos Bohórquez, reconocido por su trayectoria en el vallenato, género que mezcla acordeón, caja y guacharaca, quien ha consolidado una carrera tanto en Colombia como en comunidades latinoamericanas en el exterior. Su elección como Rey Momo simboliza la importancia de la música vallenata en la expresión caribeña y cómo esta música tradicional sigue siendo un eje de identidad cultural en la diáspora. A su lado, como Reina del Carnaval, estará la artista Eliana “La Colombiana”, artista que ha llevado su talento a diferentes escenarios de la comunidad latina en Florida, donde combina música, danza y carisma para conectar con públicos de todas las edades, destacando la fuerza femenina en la música, el espectáculo y la representación cultural.
Ellos serán la cara visible de una fiesta que en Orlando conserva el espíritu barranquillero: el ritmo del tambor, la caja, la guacharaca y el sonido de la cumbia que hace vibrar a todos, colombianos y latinos en general.

Danzas que enseñan y preservan
El Carnaval Orlando se ha convertido en una escuela viva de tradición. Sus comparsas y grupos folclóricos, que son el corazón de la fiesta y reflejan la herencia cultural del Caribe colombiano, no solo entretienen: preservan y transmiten.
El movimiento del Carnaval de Orlando se enriquece con la presencia de sus danzas tradicionales, entre ellas se destacan: la Cumbia, con su elegancia y cadencia; el Garabato, que simboliza la lucha entre la vida y la muerte; las irreverentes y coloridas Marimondas, ícono de picardía y humor; el Congo Grande, una de las danzas más antiguas y representativas del carnaval; y las inconfundibles Negritas Puloy, con sus vestidos de lunares y energía desbordante. Cada una de estas expresiones convierte al carnaval en una auténtica escuela de tradición y alegría, transmitida de generación en generación, danzas que son interpretadas por jóvenes que aprenden los pasos, los trajes y el sentido profundo de pertenecer a una cultura que trasciende fronteras.
Más allá de la fiesta: programas sociales
El Carnaval Orlando no es solo música y desfile. A través de su iniciativa “Colombianos en Acción”, la organización impulsa programas sociales que ofrecen talleres de danza, formación cultural, mentoría artística y espacios seguros para jóvenes y familias. Además, sirve como plataforma para acciones solidarias y de integración comunitaria, fortaleciendo redes de apoyo dentro de la comunidad latina en Florida.

Identidad, economía y comunidad
Este carnaval es motor de identidad, de economía y de comunidad. Alimenta negocios latinos, artesanos, diseñadores y gastronomía típica, mientras fortalece lazos sociales y reafirma la pertenencia cultural. Para muchos colombianos en Orlando, significa revivir la Barranquilla de su infancia. Para otros latinos, representa descubrir un tesoro cultural del Caribe.
El Carnaval de Orlando no solo se vive en Florida: la delegación participa activamente en distintos escenarios culturales de Estados Unidos, llevando la esencia del Caribe a otras ciudades. Este año estarán presentes en el Carnaval en Washington DC (27 de septiembre), la Noche de Guacherna en Times Square, Nueva York (11 de octubre) y el Desfile de la Hispanidad por la Quinta Avenida de Nueva York (12 de octubre). En Orlando, la agenda incluye la Feria Telemundo en Kissimmee, la tradicional Fiesta de Polleras, el Fusion Fest en Dr. Phillips Park, la Noche de Cumbia – Baila la Reina 2026, la Fiesta de Guacherna Orlando 2026 (6 de febrero) y la esperada Batalla de Flores Orlando 2026 en ICON Park. Además, como muestra de la proyección internacional del movimiento, la delegación también estará por tercer año, haciendo parte de la Batalla de Flores del Carnaval de Barranquilla, participando como invitada junto con otras diez delegaciones de Carnaval que se extienden por todo Estados Unidos.
El Carnaval de Barranquilla Orlando es más que una fiesta: es una revitalización cultural, una memoria viva y una transmisión generacional. Con el Rey Momo Carlos Bohórquez y la Reina Eliana “La Colombiana” encabezando el 2026, la ciudad de Orlando volverá a latir al ritmo del Caribe, confirmando que la tradición barranquillera se expande y florece, incluso lejos del mar.
Por: Redacción Agencias