Con una canción escrita por el maestro Ivo Díaz y un mensaje profundo de vida, el artista cartagenero Carlos Albero Bohórquez Quijano, más conocido en el mundo artístico como Carlitos Bohórquez, celebra sus 50 años desde Estados Unidos, país donde reside y continúa combinando su faceta como cantante, empresario e ingeniero.
El sencillo, que lanza en honor a su medio siglo de vida, no solo es un homenaje a su carrera artística, también a los cuatro pilares que han definido su existencia: la música, sus hijas, su esposa y su empresa. El tema se llama ’50′ y es una nueva versión de esta canción escrita por el maestro Ivo Díaz; hijo del juglar vallenato Leandro Díaz. Su fiesta de cumpleaños estuvo cargada de amigos y artistas como Mr Black, Jacobo Fonseca, entre otros; más de 120 invitados en total.
“Llegar a los 50 con salud, música y familia es un regalo de Dios. No puedo pedir más. He vivido intensamente, he amado con todo, y la música ha sido mi compañera fiel en cada etapa de mi vida”, comenta. Este cartagenero dice además que “estos 50 años no son una meta, son el comienzo de una nueva versión de mí, más consciente, más agradecida y más conectada con lo que realmente importa.”
Con más de 17 años de carrera artística, Bohórquez Quijano ha forjado un camino musical innovador, siendo pionero en la fusión de champeta y vallenato con éxitos como ‘La Morena’, con Mr Black; ‘Tengo Ganas’, ‘Te Extraño’, ‘Amor de una sola noche’, ‘Tu ausencia’, ‘Lluvia de besos’ junto a BaZurto All Stars; ‘Vengo Soltero’, junto a Kevin Flórez; y la viral ‘El Sugar Daddy’, que lo posicionó nuevamente en listas de popularidad.
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Las fusiones de Carly, como también le dicen de cariño al artista, han aportado frescura y autenticidad al sonido cartagenero. Su versatilidad lo llevó a mezclar champeta, pop latino y vallenato urbano, logrando que su voz se abriera paso en emisoras como La Mega y 40 Principales.
Su más reciente hit, ‘El Sugar Daddy’, ha tenido alta rotación digital por su lenguaje popular, costeño y directo. Además, su voz se ha escuchado en eventos en Nueva York, Houston, Miami, Orlando, Virginia y próximamente en San Francisco y San José (California).

Amor y sacrificio: base del éxito
En entrevista con El Universal, en San Francisco (California); el artista cartagenero desnuda su alma. Bohórquez confiesa que su vida ha estado marcada por cuatro pilares fundamentales: el amor por la música, el amor por sus hijas, el amor por su empresa y el amor por su esposa Pero su carrera no ha sido lineal y nada fácil. Detrás del éxito hay renuncias profundas.
Cuando su esposa no aceptó la música en su vida, estuvieron separados por ocho meses. “Ella no aceptaba que la música era parte de mi esencia; hasta que lo entendió.
Ella volvió cuando entendió que la música era parte de mí. No era un hobby, era mi forma de ser, de expresarme”, explica.
La reconciliación llegó con un acto de entrega total por parte de Bohórquez. Más adelante, tras unas vacaciones en República Dominicana, ella, su esposa Katerine Angulo, contrajo síndrome de Guillain-Barré y quedó sin movilidad durante un año.
Carlos decidió retirarse por completo de la música para cuidarla. “Ahí entendí que el amor verdadero, el amor genuino se demuestra renunciando a lo que más amas. Lo hice sin pensarlo”.
Padre de dos hijas, Valeria y Paloma, afirma que ellas fueron su punto de inflexión.
Relata cómo sus hijas se convirtieron en su ancla emocional, al punto de preferir su compañía por encima de las giras o los escenarios. “Me anclaron a la vida. Prefiero una tarde con ellas que una gira de conciertos. La música me llena, pero ellas me complementan”, confiesa.
Hoy Bohórquez realiza presentaciones selectivas, en temporadas específicas, y ha aprendido a equilibrar sus pasiones. “No estoy en la música por fama. Canto para dejar un legado, para sentirme vivo, para agradecer”.
El ingeniero con alma de músico
Carlos Bohórquez lidera una empresa de recubrimientos industriales especializada en hornos y calderas para cementeras y refinerías, en Colombia y Estados Unidos. Su expansión se inició en México y hoy está en otros países de Sur y Centroamérica.
Gracias a su perfil dual como artista e ingeniero certificado, se ha convertido en ejemplo para otros; hecho que le permitió migrar legalmente y establecer su familia en Florida, tras vivir un tiempo en Houston. Desde allí planea la expansión de su negocio, sin dejar de lado la música.
“He sido bendecido con dos talentos, lo que me ha permitido buscar nuevos horizontes”; comenta.
Con cerca de 50 canciones grabadas, 20 compuestas y varias producciones en camino, entre ellas una inspirada en clásicos del vallenato reinterpretados con su estilo, Carlos no busca volver al mercado masivo, sino construir desde la autenticidad. “No necesito estar en el top 10 para saber quién soy. He vivido por amor y pasión, y eso es lo que me sostiene. La música no es mi carrera: es mi alma”.
Actualmente prepara una nueva gira por EE.UU. con presentaciones confirmadas en Orlando, Virginia, Nueva York y San José (California), sin dejar de lado su trabajo empresarial.
Y aunque ha rechazado contratos por priorizar su hogar, su esencia permanece inquebrantable: “No puedo vivir sin la música, porque renunciar a ella sería dejar de ser quien soy; pero lo primero es el amor a mis hijas y esposa, quienes me inspiran musicalmente”.
Fuente: Cortesía El Universal
(Mauricio Gómez)