El esperado partido entre Villarreal y FC Barcelona, que debía disputarse el próximo 20 de diciembre en Miami, finalmente no se celebrará. LaLiga confirmó la cancelación del encuentro tras la decisión de la empresa organizadora, Relevent, que se echó atrás alegando “la incertidumbre generada en España durante las últimas semanas”. El anuncio supone un duro golpe para el proyecto de internacionalización del fútbol español, impulsado desde hace años por Javier Tebas, presidente de la patronal.
La decisión llegó horas después de que el Real Madrid remitiera un segundo escrito al Consejo Superior de Deportes (CSD) expresando su rechazo a la disputa de un partido oficial de LaLiga fuera de España. El club blanco ya había manifestado su oposición el pasado agosto, uniéndose así a una corriente de críticas que se intensificó con las protestas de los jugadores y entrenadores de la competición.
Durante la última jornada liguera, varios equipos realizaron un parón simbólico de 15 segundos al inicio de sus partidos como muestra de disconformidad con el encuentro en Estados Unidos. Solo el Barcelona y el Villarreal, protagonistas del duelo, evitaron sumarse a la protesta. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) había expresado previamente su descontento por lo que consideraba una falta de consenso y transparencia en la gestión del proyecto.
La UEFA había concedido un permiso “excepcional” al partido, pese a sus reservas. Su presidente, Aleksander Ceferin, insistió en que la disputa de encuentros nacionales fuera de su territorio natural ponía en riesgo “la integridad de las competiciones”. En la misma línea, la ministra de Deportes, Pilar Alegría, se pronunció en septiembre a favor de mantener los partidos de LaLiga dentro de España.
El proyecto contaba con el respaldo logístico de Relevent, socio estratégico de LaLiga en Norteamérica, que había planificado un mes de actividades promocionales en Miami, en un recinto de más de 4.000 metros cuadrados. Sin embargo, la creciente presión institucional y social llevó a la empresa a retirarse. “La incertidumbre en España ha hecho inviable continuar con la organización del evento”, explicó la promotora, según el comunicado oficial.
Lo que dice LaLiga
En su nota, LaLiga lamentó “profundamente” la cancelación, calificándola como la pérdida de “una oportunidad histórica e inigualable” para la expansión global del fútbol español. La entidad defendió que el proyecto “cumplía plenamente con la reglamentación federativa” y que no afectaba a la integridad de la competición. Además, recordó que la Premier League y la Champions League siguen ampliando su alcance internacional, mientras que España “renuncia a oportunidades que dificultan la generación de nuevos ingresos”.
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En el Villarreal, la noticia generó malestar. Su entrenador, Marcelino García Toral, criticó que el anuncio de LaLiga se hiciera público mientras su equipo disputaba un partido de Champions ante el Manchester City. El presidente del club, Fernando Roig, y su hijo, director ejecutivo, mostraron su enfado en el palco y en el descanso del encuentro.
Con esta decisión, LaLiga frustra por cuarta vez su intento de llevar un partido oficial al extranjero, tras los proyectos fallidos del Girona-Barça (2018), Villarreal-Atlético (2019) y Barça-Atlético (2023). El sueño de Miami queda, una vez más, pospuesto sine die, en medio de una creciente tensión entre la patronal, los clubes y los jugadores sobre el futuro modelo de expansión del fútbol español.