Un irreparable daño a la nación está infligiendo la Campaña de Donald Trump que se resiste a reconocer la derrota y de esta manera desacreditar al sistema electoral de los Estados Unidos.
Uno de los duelos más cruentos lo han fijado en Pensilvania. El estado durante el lapso legal correspondiente acopió 2.6 millones de ballot mail. Con una buena cantidad de esos votos Donald Trump perdió las elecciones.
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Los abogados republicanos reconocieron en la corte la semana pasada que tenían observadores certificados viendo los votos por correo que se procesaron en Filadelfia. El reconocimiento echa por tierra la siembra de dudas que ha estado intentando el mismo Presidente en funciones.
Los periodistas Mark Scolforo y Marc Levy escribieron un trabajo sobre lo que ocurre en el segundo estado de la Unión. Título: La campaña de Trump demanda para bloquear el resultado de las elecciones de Pensilvania. De ese material tomamos los datos para elaborar esta nota.
Desacreditar al sistema electoral
La campaña del presidente Donald Trump lanzó una demanda para detener la certificación de los resultados de las elecciones en Pensilvania. La nueva querella la presentó el lunes. Más allá los condados continuaban clasificando las boletas provisionales y las boletas por correo casi una semana después de la elección en el estado de batalla.
La trama de la campaña de Trump es desacreditar al sistema electoral. Presentó un litigio en un tribunal federal sobre la elección presidencial de Pensilvania. Aseguraron que los votantes demócratas registrados fueron tratados más favorablemente que los republicanos. Trump se ha negado a ceder.
La demanda de 85 páginas no contenía ninguna prueba de fraude electoral. Estaba llena de una serie de acusaciones, como la de un trabajador electoral del condado de Chester que alteró las papeletas “sobrevotadas” cambiando los votos que habían sido marcados para Trump por otro candidato.
Un portavoz del alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, dijo que la campaña de Trump estaba tratando de “privar del derecho de voto al número récord de personas que votaron en su contra”. Por su lado el fiscal general de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro, calificó de inútil la última demanda de la campaña de Trump.
Cómo marcha Penn
Los tribunales han rechazado hasta ahora las demandas de los republicanos en Pensilvania. Lo mismo han hecho en otros estados de batalla para tirar las boletas o detener el conteo de los votos. La justicia ha sido muy cuidadosa para no desacreditar al sistema electoral.
En total, los condados de Pensilvania han contado más de 6,7 millones de votos, o cerca del 74% de participación.
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Una demanda similar de los republicanos fue desestimada en un tribunal estatal el viernes. Los votantes demócratas presentaron casi tres veces más votos por correo que los republicanos.
El lunes, la ventaja de Biden en el estado fue de unos 45.000 votos. La ventaja fue impulsada por grandes victorias en Filadelfia, el condado de Allegheny y los cuatro condados suburbanos muy poblados de Filadelfia. Eso es más grande que el margen de 44.292 votos de la victoria de Trump en Pensilvania en 2016.