El gobierno interino de Jeanine Áñez aún no ha definido el destino del “Museo de la Revolución Democrática y Cultural Orinoca”, una infraestructura inaugurada en 2017 en honor al expresidente Evo Morales y que costó más de siete millones de dólares. Fuentes oficiales han dicho que un canal de decisión idóneo podría ser un referéndum, aseguró la ministra interina de Culturas, Martha Yujra.
La edificación ubicada en la localidad de Orinoca, del departamento de Oruro, es deficitario por la falta de visitas, según reportó el diario El Deber de Bolivia.
La edificación ubicada en la localidad de Orinoca, un poblado de 600 habitantes a 160 kilómetros del departamento de Oruro y a unos 400 kilómetros de La Paz, capital de Bolivia. Su ubicación específica en es la comarca de Isallavi. En ese lugar nació Evo Morales hace 60 años, según reseña el diario El Deber.
“Primeramente vamos a consultar al pueblo boliviano, lo que decida el pueblo boliviano haremos. Algo tenemos que hacer. No nos sirve, no tiene ningún beneficio”, aseguró la ministra, que es indígena aymara al igual que el expresidente Morales, en una declaración a los medios en La Paz.
Consultada sobre la forma en que se hará dicha consulta, Yujra respondió que podría ser mediante un referéndum, ya que esa infraestructura en la pequeña Orinoca, en el altiplano del país, “no tiene ningún beneficio” y hace perder “bastante dinero”.
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El “museo” compuesto por tres módulos y espacios abiertos sobre unos 10.814 metros cuadrados rinde homenaje a distintas facetas de la vida de Morales y del proceso político que presidió por casi 14 años.
Inaugurado a principios de 2017, el museo costó unos 7,1 millones de dólares y según las autoridades en aquel momento era uno de los más grandes de la región. Al lado está la casa que Morales habitó en su infancia, una pequeña choza hecha de bloques de adobe y techo de paja.
Tanto la dimensión de la obra como el costo fueron objeto de críticas de sus detractores, por considerar al museo un culto a la personalidad, aunque el gobierno argumentó que se trataba de un espacio dedicado al pueblo y a los humildes.
Entre las piezas que distinguen el museo están las decenas de regalos que Morales recibió en distintos viajes tanto dentro como fuera del país, además de algunos sectores en los que se muestra información, imágenes, cerámica y esculturas precolombinas.
También se incluyen esculturas del exmandatario, galerías de fotos, retratos en blanco y negro de sus años en el colegio, su servicio militar, la época de dirigente sindical en marchas y ruedas de prensa, así como sus ponchos, sombreros y gorros con motivos andinos.
Otros símbolos personales que destacan son la trompeta dorada que rememora los años en los que fue músico de una comparsa folclórica y el suéter que lo caracterizó cuando fue electo mandatario de Bolivia en 2005.