Una arcilla modificada que crea un efecto de floculación que captura a las algas rojas que cerca de las costas ocasionan pérdidas a la industria de la acuicultura, pesca y turismo, ha sido utilizada recientemente con éxito en el estado de Florida.
El Instituto de Oceanografía de la Academia de Ciencias de China es la entidad que desarrollo el sustrato que entregó a la Institución Oceanográfica Woods Hole de América para detener a la marea roja en aguas floridianas.
En China la sustancia es conocida como “barro mágico”, un preparado mineral parecido a la arcilla que ha sido crucial para combatir la marea roja en aguas del Gigante Asiático y que ha probado su efectividad en los mares chilenos.
Para el Instituto de Oceanografía de la Academia de Ciencias de China la utilización del “barro mágico” por instituciones de la Florida bajo autorización de autoridades estadounidenses denota un éxito científico a resaltar.
La ciudad portuaria oriental de Qingdao entregó 300 kilos de la sustancia la semana pasada al estado de Florida, donde la marea roja duraba desde el verano, amenazando el turismo y la salud humana.
La Institución Oceanográfica Woods Hole de América hizo sus propias pruebas, y la arcilla alterada fue enviada desde China en diciembre de 2017.
El material actúa cambiando la superficie de las partículas de arcilla de negativa a positiva.
La modificación puede incrementar la atracción entre las partículas y las células de las algas, lo que genera la floculación, que puede potenciarse a través de modificadores insertados como componentes de polialuminio y sulfato de aluminio.
El jefe científico del programa de desarrollo en el instituto de la ACCh, Yu Zhiming, dijo que “EE.UU. es muy cauto a la hora de introducir tecnologías de protección ambiental foráneas”.
“La exportación de nuestra arcilla modificada demuestra que la tecnología china de control de mareas rojas está a la vanguardia mundial”.
El experto explicó que las arcillas alteradas se utilizan diseminándola sobre la marea roja con el uso de un aparato especial a bordo de barcos.
El preparado puede arrastrar la mayor parte de las algas al fondo marino en un proceso de floculación e inhibir el crecimiento de algas residuales.
“Se necesitan de cuatro a 10 gramos de arcilla modificada para eliminar las algas de un metro cuadrado, lo que no daña el océano”.
El desarrollo, uso y perfeccionamiento del “barro mágico” es una tarea científica que los oceanógrafos chinos han emprendido desde 1993.
La sustancia fue empleada por primera vez fuera del país el año pasado, cuando se vertieron 27 toneladas en Chile para recuperar piscifactorías de salmón afectadas por algas.
La marea roja causó unas pérdidas económicas de 1.000 millones de dólares a la acuicultura de Chile entre finales de 2015 y principios de 2016.
La industria chilena de la acuicultura es la mayor fuente de salmón y trucha del mundo, y es el sustento de miles de familias.
El gobierno chileno buscó soluciones en todo el mundo para tratar el desastre que supuso la marea roja.
En octubre de 2016 el equipo de Yu recibió a una delegación chilena con miembros del gobierno y expertos en acuicultura.
“La delegación firmó el contrato poco después de visitar nuestros centros de manufactura y observar cómo se dispersaba el preparado”, recordó.
“Acordamos desarrollar conjuntamente una arcilla modificada específicamente para su aplicación en Chile y probamos repetidamente los efectos en el salmón y el marisco. Así comprobamos que este nuevo material no afectaba a las especies cultivadas”, dijo.
Las investigaciones de laboratorio revelaron que la relación entre las arcillas alteradas y las algas pueden generar un gran número de especies reactivas de oxígeno, que se usan ampliamente en la esterilización y son efectivas a la hora de limitar el crecimiento y proliferación de algas.
El material sintético fue aplicado por primera vez en 2005 en el lago Xuanwu de Nanjing, capital de la provincia oriental de Jiangsu, para mitigar la propagación de algas dañinas.
Una marea roja masiva envolvió en agosto de 2008 unos 86 kilómetros de costa cerca del Centro de Navegación Olímpica de Qingdao, lo que puso en riesgo la celebración de los certámenes de navegación a vela de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Unas 320 toneladas de arcilla modificada fueron dispersadas sin descanso en el agua durante 30 horas, y la calidad del agua se recuperó el día siguiente. La amenaza desapareció.
La tecnología fue incluida como método estándar en 2014 en las “Directrices Técnicas para el Tratamiento de Desastre de Marea Roja” en China. En la actualidad, es el único método de aplicación sobre el terreno a gran escala para mitigar las explosiones de crecimiento de algas en China.