El presidente Donald Trump utilizó anoche 8 minutos en una cadena nacional de televisión para explicar a la ciudadanía que la motivación por la que deseaba un presupuesto para la construcción del muro en la frontera con México obedecía a que“hay una crisis humanitaria y de seguridad creciente en nuestra frontera sur”.
En un tiempo relativamente breve, la misma audiencia accedió a la opinión de los demócratas, empoderada en las imágenes de Nancy Pelosi y Chuck Schumer, quienes lamentaron que el Ejecutivo para el logro de sus propósitos haya decidió usar como “rehén al pueblo estadounidense” y exigieron al mandatario “dejar de fabricar una crisis” y “volver a abrir la Administración”.
Las grandes cadenas televisivas nacionales al igual que la red de medios públicos ofreció tiempo en su horario premium al presidente Donald Trump y a sus adversarios demócratas, quienes hicieron a la nación una exposición de ocho minutos para abordar el tema del muro fronterizo.
Una necesaria contextualización requiere apuntar que estos mensajes a la nación se escenificaron cuando transcurría el día 18 de la parálisis parcial del gobierno que afecta a cerca de 800 mil empleados federales y el funcionamiento de algunos servicios neurálgicos de la nación.
Desde los espacios de la Oficina Oval Donald Trump miró a las cámaras para estar presente en millones de hogares estadounidenses: “Mis queridos estadounidenses, hoy les hablo porque hay una crisis humanitaria y de seguridad creciente en nuestra frontera sur”.
El jefe de la Casa Blanca acudió al modelo de los contrarios para configurar un patrón de persuasión en la audiencia. Aseguró que su petitorio por el muro “es de sentido común. (…) Es una elección entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia”, agregó.
Asimismo acudió a aritmética básica para explicar que el muro se pagaba a sí mismo, con miras a descalificar la posición demócrata que ha advertido que su construcción es una “innecesaria pérdida de dinero”.
El ejercicio de cálculo elaborado por el Jefe de Estado tuvo como intención hacer gráfico a la nación, que con la presencia de un muro en la frontera se interrumpiría la llegada de drogas ilegales, que cuestan a EE.UU. unos 500 mil millones de dólares al año.
El mandatario reiteró su exigencia de que le sean aprobados 5 mil 700 millones de dólares para la barrera, que insistió espera sea construida con acero, en vez de hormigón.
Trump consideró que la construcción de un muro en la frontera es absolutamente crítico para la seguridad fronteriza del país.
Los ocho minutos demócratas
Un hecho inédito se observó ayer en los Estados Unidos. Momentos después que finalizó el mensaje a la nación del presidente Trump, las principales cadenas de televisión concedieron el mismo tiempo de exposición al aire a los líderes demócratas.
“El presidente Trump debe dejar de mantener como rehén al pueblo estadounidense, dejar de fabricar una crisis y debe volver a abrir la Administración”, dijo la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.
La líder de la Cámara de Representantes lamentó que Trump haya optado por mantener la Administración cerrada por culpa de la disputa que mantienen demócratas y republicanos por los fondos para construir un muro en la frontera con México, en vez de aceptar una propuesta demócrata que volvería a abrir parte del Gobierno.
Este cese parcial de actividades administrativas es el segundo más largo en Estados Unidos desde 1976, después del que afrontó entre el 16 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996 el entonces presidente Bill Clinton.
Nancy Pelosi, el 3 de enero, día en que se instaló el nuevo Congreso estadounidense, aprobó partidas para financiar algunas agencias afectadas por la parálisis de actividades, pero no incluyó fondos para el muro.
Por su parte, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, reclamó a Trump que “separe el cierre administrativo de las discusiones sobre la seguridad fronteriza”.
“No existe excusa para herir a millones de estadounidenses por una diferencia política”, apuntó Schumer, que se refirió a las miles de familias de trabajadores federales que han visto sus nóminas suspendidas en las últimas semanas.
Ajustes de datos para tener perspectiva
Pese a las continuas afirmaciones de Trump sobre la crisis fronteriza que vive Estados Unidos actualmente, el número de personas que han sido detenidas en el linde con México ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.
En el año 2000, 1 millón 600 mil personas fueron detenidas tratando de cruzar la frontera sur hacia Estados Unidos, una cifra que cayó hasta menos de 400 mil en 2018, de acuerdo a datos oficiales.
La retórica contra la inmigración ilegal de Trump surtió efecto en su primer año de mandato, en 2017, cuando unas 310 mil personas fueron arrestadas por cruzar ilegalmente la frontera, registrando un mínimo.
La alocución presidencial estuvo precedida por la incertidumbre sobre la posibilidad de que Trump declarara la emergencia nacional, mecanismo que le permitiría utilizar fondos militares en la construcción de la barrera fronteriza.
En 1976, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Emergencias Nacionales, que permite al presidente declarar una emergencia nacional a su discreción y que no ofrece ninguna definición concreta de “emergencia” ni los criterios requeridos.
Esta ley activa un conjunto de poderes por los que Trump podría ordenar la construcción del muro fronterizo, una de sus promesas estrella durante la campaña electoral.
Entre otras, Trump sería capaz de reasignar el gasto militar en proyectos de construcción para levantar el muro en la frontera, que estaría entonces considerada “una estructura necesaria para la defensa nacional”, de acuerdo a la legislación.