Tratar de entender el comportamiento de las personas a través de la cultura fue el motor de arranque para Antonio Valdés, director ejecutivo del Children’s Crisis Treatment Center (CCTC), una organización sin fines de lucro especializada en servicios de salud mental para niños y sus familias en Filadelfia.
Valdés es hijo de padre cubano y madre dominicana. Nació en Paterson, en el norte de Nueva Jersey, y creció en su ciudad natal, así como en Delaware, Connecticut y República Dominicana.
Estar acostumbrado a los estilos de vida y las tradiciones de la República Dominicana, Cuba y Estados Unidos fue una parte importante de su vida, que dio paso a un concepto bicultural dentro de él.
Valdés comenzó a trabajar a los 15 años en el restaurante familiar de su padre en Santo Domingo, experiencia que le enseñó el valor del trabajo duro y le ayudó a crear un sentido de comunidad.
Cuando comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de Delaware pasó por varias carreras hasta elegir la biología y la antropología, con una especialización en ciencias políticas. Al culminar, encontró su verdadera vocación: la salud mental.
Comenzó trabajando para Connections CSP, un proveedor de atención sanitaria del comportamiento con sede en Delaware. A la par, decidió volver a la escuela y cursar un MBA en Administración de Servicios Médicos y de Salud.
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Tras completar su MBA, ascendió a director de operaciones en la organización, donde utilizó su experiencia como proveedor de servicios para gestionar cinco programas diferentes para un equipo de más de 100 empleados.
Al año, se trasladó a Filadelfia tras ser nombrado director ejecutivo del Centro de Psiquiatría Infantil (CPC) y posteriormente, en 1997, nombrado director ejecutivo del CCTC, organización en la que ha asegurado que la diversidad y la equidad sigan siendo una prioridad clave.
El Sol Latino Newspaper tuvo el placer de entrevistar al destacado director para conocer un poco más sobre su vida y sobre todo el trabajo que se realiza en CCTC para brindar servicios de salud conductual a niños y sus familiares.
¿Cómo ha sido tu viaje para llegar a dónde estás ahora?
Cuando lo pienso, llegar hasta donde estoy ahora, existen un par de cosas realmente importantes que han sucedido en mi vida que impactaron la forma en que hacía mi trabajo.
Cuando era niño, nos mudamos a República Dominicana porque mi papa quería iniciar un negocio y esto me dejó la gran experiencia de ser verdaderamente bicultural, de sumergirme completamente en ser dominicano. Pasé años sin hablar nada de inglés, y este fue el segundo regalo más grande que recibí de la vida. El primero fue mis padres y contar con su amor y apoyo incondicional.
Cuando regresé a Estados Unidos para entrar en la universidad, una de las cosas que sucedió fue que comencé a luchar con todo este concepto bicultural, que me arrojó a antropología y a todo ese mundo de cómo funcionan realmente las culturas, los sistemas, el porqué las personas se comportan de la manera en que lo hacen. Esto me hace ver el mundo de una manera diferente.

Como director ejecutivo, ¿qué es el CCTC?
El CCTC es un centro de salud donde trabajamos con niños que han experimentado algún trauma o adversidad significativo en sus vidas. Somos una organización de años que ayuda desde antes de que la salud mental se convirtiera en un lenguaje común como lo ha sido en los últimos 10 años.
También nos enfocamos en trabajar con pequeños y en su familia. Según nuestro último censo, aproximadamente el 75 % de los niños a los que servimos tienen alrededor de 10 años o menos, eso nos hace realmente únicos como organización.
Estamos en toda la ciudad, y brindamos servicios en el hogar, en la escuela, tenemos clínicas tradicionales, también estamos en el condado de Montgomery, y, además, el mes pasado abrimos en Camden, Nueva Jersey.
¿Cómo te fue el escenario durante la pandemia?
Creo que una de las cosas que hicimos efectivamente como organización fue cuán deliberados fuimos al tratar de superarlo, nos comunicamos mucho y esa fue la mejor manera en que puedo decirlo.
Compartimos deliberadamente con nuestro personal y con las personas a las que servimos. Nuestro día comenzaba con reuniones para repasar lo que estaba pasando en las noticias y en la ciudad, y fuimos muy agresivos en términos de que probablemente solo la mitad de nuestro personal estaba vacunado, lo que da uno idea de lo brusco que fuimos en este proceso.
Comenzamos a regresar a la oficina a tiempo parcial, en agosto del 2020, y estuvimos a tiempo completo el 20 de septiembre. Así que con un par de ráfagas tuvimos que volver. Fuimos una institución bastante agresiva en comparación con muchas otras porque regresamos mucho antes. Esto ayudó a sanar.
Regresar a la oficina y ayudar a las personas a construir sus redes, sus sistemas y sus comunidades nuevamente los ayudó a sanar, y creo que como resultado hemos podido lograr cosas que tal vez han sido mucho más difíciles de hacer para otras organizaciones, ya que hemos, no quiero decir volver a la normalidad porque eso es algo difícil, pero al menos se logró un gran avance.
¿Qué compasivos son los pagadores?
En nuestro sistema, diré que fuimos muy afortunados en el estado y de la ciudad, no solo aquí en Filadelfia, sino también en el condado de Montgomery. Las compañías de seguros fueron muy flexibles en la forma en que nos apoyaron durante este tiempo, extendiendo una mano a las organizaciones a quedarse a flote durante un período realmente difícil y desafiante.
Esto terminó significando mucho para nosotros, puesto que probablemente no hubiéramos podido ser tan protectores con nuestro personal, nunca perdimos la nómina, a todos se les pagó todo el tiempo, así que nunca tuvimos que tomar esas decisiones difíciles que tal vez otros tipos de negocios tuvieron que hacer, y eso fue en gran parte gracias a cuán flexibles fueron la ciudad, el estado y las compañías de seguro durante este tiempo.
¿Cómo es tu negocio ahora?
Nos va muy bien, ya que todos aprendimos a trabajar en un entorno que ha cambiado. Pensar como todos los demás, la escasez de personal es el mayor desafío que estamos enfrentando.
Pondré ese enchufe de que estamos contratando como todos los demás, pero la escasez de personal proyecta ser un gran desafío para nosotros en los próximos dos años y tenemos que repensar cómo hacemos negocios y cómo podemos asegurarnos de que estamos apoyando a familias y niños. Tenemos que dividir el trabajo de nuevas maneras.
¿Su organización ofrece servicios virtuales?
Nosotros los brindamos, particularmente en el entorno ambulatorio. Nosotros creemos que especialmente con niños pequeños, la idea de sentarse en una sesión de terapia frente a una cámara es una idea absurda, por lo que entendemos que la gran mayoría de las sesiones tienen que hacerse en persona.
Hay muchas actividades de apoyo que sí se pueden hacer virtualmente como un seguimiento con los padres, algún caso de emergencia o si un niño está enfermo.
Si alguien quiere contratar servicios, ¿a quién llama?
Las personas pueden llamar a nuestro número principal, 2154960707, y será dirigido a nuestra línea de referencia o también pueden visitar nuestra página web del CCTC www.cctckids.org.