La carrera Andrew Luck como quarterback de los Colts de Indianápolis, se vio detenida por las lesiones que no solo mermaron su vida deportiva, también la personal. Ha sido un retiro inesperado y anticipado de un jugador que prometía ser histórico según el diario Marca.
Las lesiones y una cirugía de hombro lo alejaron durante la temporada 2017 y aunque regresó en 2018 de manera increíble, logrando los mejores números de su carrera y poniendo a Indianápolis en postemporada, para el 2019 el hombro lo molestó de nuevo y a eso se sumó la distensión en una rodilla y una lesión en el tobillo. Las contusiones lo alejaron del training camp y de la pretemporada.
¡Andrew Luck deja la NFL! 🚨
El QB de @Colts se reunió con el dueño del equipo e informó su decisión sobre el retiro
Vía Adam Schefter y Tom Pelissero#ColtsForged pic.twitter.com/PDJRdfprMv— Mundo NFL (@MundoNFL) August 25, 2019
Andrew Luck no pudo más y tuvo que pedir una pausa en su carrera. Con 86 juegos en la NFL acumuló 174 capturas para un promedio de 2.02 sacks por partido, posicionándose como el sexto mariscal más capturado del 2012 al 2018.
En su carrera de siete años disputó 86 juegos, 171 anotaciones, 60.8 % de pases completos y 23.671 yardas.
Se podría decir que la historia de Luck es injusta. Un joven quarterback que apuntaba a lo más alto tiene que detenerse para sanar. Una víctima más del deporte de las tackleadas que hoy puede decir que perdió a una de sus grandes promesas.
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Luck, quien cumple 30 años el próximo 30 de septiembre, comunicó su decisión a Jim Irsay, dueño del equipo, informó ESPN.
El graduado de la Universidad de Stanford fue elegido como la primera selección global del draft de 2012 por Indianápolis.