La larga sequía demócrata en Florida podría llegar a su fin si el “sorprendente” afroamericano Andrew Gillum hace historia. Cuenta con algo más de 60 días para intentar conquistar la gobernación.
En las venideras elecciones del 6 de noviembre el Alcalde de Tallahassee tendrá, no solo la oportunidad convertirse en el 46° gobernador del estado que “confía en Dios” (In God We Trust), sino que emularía la hazaña Obama, pero esta vez al transformarse en el primer hombre negro en ser el inquilino oficial de la The People’s House of Florida.
Sin embargo las cosas no están fáciles. Ron DeSantis, el contrincante republicano que encarará a Gillum en las urnas, ya mostró que para la contienda utilizará el arsenal retórico de su mentor Donanld Trump, y en las primeras de cambio ha llamado “mono” al criado en Gainesville.
El victorioso demócrata es hijo de un obrero de la construcción y una madre conductora de autobús escolar.
El triunfo de Andrew Gillum pone en perspectiva la potencialidad ganadora de los afroamericanos en toda la Unión. En el ámbito nacional destacan Ben Jealous, quien salió victorioso en la primaria demócrata en Maryland, y la ola azul incluye a Stacey Abrams, que aspira en Georgia a convertirse en la primera gobernadora afroamericana en la historia de Estados Unidos.
Frente a todo este optimismo que baña a Florida no se puede dejar de lado un dato importante: Los republicanos desde 1999 no han perdido las elecciones a gobernador, y aunque Gillum se muestra como un fenómeno, el que DeSantis este apadrinado por el propio residente de la Casa Blanca, podría hacer la diferencia.
Andrew Gillum, la sorpresa
El alcalde capitalino Andrew Gillum sorprendió al sacar del camino a la favorita en las filas demócratas y de las encuestas, la excongresista Gwen Graham. Sondeos a menos de 30 días del evento comicial atribuidos a Mason-Dixon daban una ventaja de 27% a la hija del que fuera gobernador de este estado, Bob Graham (1979-1987), sobre un rezagado 18% que se le atribuyó en el momento a quien es ahora el abanderado demócrata para la gobernación de Florida.
En el aquí y el ahora, tal vez el respaldo del popular senador demócrata Bernie Sanders en la recta final de la carrera fue la zancada que ayudó a Gillum a superar por tres puntos porcentuales (34,2%) a Graham, una candidata mucho más conocida, quien alcanzó 31,4% de los votos. Pero debemos periodísticamente recalcar: Las encuestas volvieron a fallar.
Andrew Gillum dijo a sus partidarios la noche que se conoció su victoria que “esto (la candidatura) no es sobre mí. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Esta carrera electoral es sobre cada uno y hasta el último de nosotros”, expresó emocionado.
El gran perdedor de la primaria demócrata es el exalcalde de Miami Beach, Philip Levine quien invirtió 37.7 millones de dólares en su campaña, y quedó un tercer lugar con un 20% de la votación.
DeSantis y la expresión racista
Ron DeSantis es un floridiano que creció en Dunedin. Es la opción republicana. Ha tenido una carrera estelar en el campo militar, de las leyes y la política.
Este egresado de la Universidad de Yale recibió todo el aval del presidente Donald Trump en Twitter el 22 de junio pasado con un trino que decía: “El congresista Ron DeSantis, uno de los mejores estudiantes de Yale y de la Facultad de Derecho de Harvard, está en la carrera para ser Gobernador del Gran Estado de la Florida”.
Conocida su victoria en el ala republicana la polémica racial no tardó en aparecer. DeSantis utilizó frente a cámaras de FoxNews una expresión considerada racista por su rival demócrata en la que usó la palabra “mono” en referencia a la candidatura “socialista” del afroamericano.
De inmediato la prensa nacional e internacional se hizo eco de la enorme polémica que surgió tras su comentario. Sin embargo el equipo de campaña del republicano salió al paso y argumentó que “el candidato usa a menudo” la escatológica expresión y que en ningún caso hacía mención directa a la raza de su contrincante político, explicación que no ha satisfecho ni al comando ni a los seguidores del demócrata.
Tras el cierre de urnas, DeSantis acumuló el 56% de votos entre sus partidarios, una distancia considerable frente a su inmediato competidor, el excomisionado de Agricultura Adam Putnam, que logró el 37% de los sufragios, según datos oficiales del Gobierno de Florida.
Numeritos interesantes
En el estado de Florida desde 1845 la supremacía en el poder la han ejercido los demócratas. De los 45 residentes de “La Casa del Pueblo de Florida”, 73,3% de los gobernantes han sido de línea azul.
La minusvalía porcentual que presentan los republicanos, quienes exhiben solo 15,5% de las oportunidades en el poder, no son un dato despreciable, al destacar que desde 1999 no han dejado de ganar la gobernación.
Por Gustavo Rízquez