Para Ana Jurka, periodista de Telemundo Deportes, dar cobertura a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 es un sueño hecho realidad, pero también considera que es una gran responsabilidad que asume con respeto.
Su carrera comenzó en 2004 en su natal Honduras como copresentadora de “Sobre Ruedas”, un programa de automovilismo transmitido por un canal local.
Llegó a Estados Unidos en 2012 y antes de incorporarse a Telemundo Deportes, debutó como presentadora deportiva en la filial de Orlando y luego se ganó un puesto a nivel nacional.
Desde 2013 y en la actualidad se desempeña como copresentadora de “Titulares y Más”, así como comentarista y presentadora de varios programas especiales de estudio. Participa como corresponsal en distintos eventos deportivos y lideró la cobertura exclusiva en español de Telemundo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019, fungiendo como presentadora de la programación de estudio desde Francia.
Usted es de Honduras, ¿cómo fue la travesía que la condujo hasta Estados Unidos?

Yo llegué a este país sin querer llegar aquí. Es más, estaba en contra de la gente que emigraba en busca de una vida mejor porque decía que entre todos, trabajando juntos, podíamos hacer de nuestros países un mejor lugar para vivir y cumplir nuestros sueños.
Con trabajo y esfuerzo había conseguido hacer lo que quería, cumplir mi sueño de trabajar en la televisión, pero me enamoré de mi esposo y aunque vivíamos muy bien allá (Honduras), llegó un momento en el que él no conseguía trabajo y me dijo que tenía muy buenas oportunidades de empleo en su país (EEUU) y me manifestó que nos viniéramos.
Le insistí en que nos quedáramos allá. Soy de mente abierta y le propuse que yo podía mantenernos hasta que consiguiera un trabajo que le gustara, pero pasó poco más de un año y él estaba frustrado porque no conseguía trabajo y ya entonces decidimos venirnos a Estados Unidos y por bendición de Dios llegué a trabajar en Telemundo, y ahora él dejó lo que estaba haciendo para apoyar mi carrera.
Ese fue mi proceso para llegar aquí, no fue el proceso de una persona cuya meta es venir Estados Unidos a cumplir un sueño, lo mío fue por pura casualidad.
¿Cómo ha sido su evolución como persona y como profesional de la comunicación? ¿Cuándo decidió ser periodista; tuvo alguna motivación?
Desde muy niña, desde que tengo uso de razón siempre quise trabajar en televisión. Hacía otras cosas durante mi crecimiento, mi familia era muy pobre y no podía pagar la carrera de Comunicaciones; estudié en escuelas públicas de mi país, luego estudié un secretariado para poder trabajar lo antes posible y cuando trabajaba como secretaria se me presentó una oportunidad.
Un amigo de un amigo me puso en contacto con un productor de televisión, me ofrecieron una “chamba”, les gusté y a mí también me gustó el trabajo así que trabajaba de lunes a viernes en mi empleo de secretaria, estudiaba en las noches y los fines de semana en la televisión.
Llegó un momento en el que dejé mi trabajo como secretaria para poder crecer en la televisión y después tuve que dejar de estudiar porque no me alcanzaba para pagar el alquiler y la universidad porque en Honduras la carrera de periodismo es costosa. Así que fui creciendo profesionalmente, poco a poco, como dicen picando piedra. Tengo 36 años y trabajo en televisión desde los 19 y durante estos años he cambiado mucho, personal y profesionalmente; mis puntos de vista son distintos de cuando era una jovencita de 21 años y eso es obvio porque ahora soy una mujer adulta, con hijos, mis criterios son más amplios que antes.
Antes yo era muy radical, las cosas eran blancas o negras, me cae bien o me cae mal. Ahora no es así, siento que existe un punto medio para el balance, que soy más abierta para aceptar diferentes puntos de vista con los que no necesariamente tengo que estar de acuerdo pero que debo respetar. Creo que este ha sido el mayor cambio que he experimentado y me ha servido en mi vida profesional y personal.
¿Qué la motivó a escoger la fuente de deportes para desarrollar su carrera de periodismo?

En los deportes caí de casualidad también. En mi país la primera oportunidad que tuve fue en automovilismo, pero ese es un deporte que en Honduras no es para el común, así que lo tomé como la puerta de entrada al medio. Luego ya pasé a otros programas, de opinión y entretenimiento y me sentía muy bien haciéndolo y llegué a pensar que eso sería lo que haría el resto de mi vida.
Cuando llegamos a Estados Unidos comenzamos a tener problemas porque empezar de cero es muy difícil. Acordamos que si en un año las cosas no mejoraban nos regresábamos a Honduras. Fue entonces que mi esposo hizo un demo y lo llevó a las oficinas de Telemundo en Orlando, a la gente del canal le gustó y me llamaron para hacer un casting.
En principio narraba las noticias pero no se veía mi cara, hasta que un día la persona que hacía deportes se marchó y los jefes comenzaron a buscar a una persona para ocupar esa vacante. Uno de mis compañeros de trabajo les comentó que no tenían que buscar muy lejos porque yo me la pasaba hablando de fútbol, boxeo y demás, y les propuso que me hicieran una prueba y así fue como llegué, por pura casualidad.
El periodismo deportivo siempre se percibió como una profesión de hombres, en la actualidad eso ha cambiado y las mujeres ocupan lugares relevantes en varios ámbitos de esta carrera. ¿Se considera usted una abanderada de ese cambio?
Yo siento la responsabilidad de abrir el camino y arropar a mis compañeras que están comenzando porque yo llevo cierto tiempo y ciertas coberturas que me han dado experiencia y una plataforma que a lo mejor no tienen quienes van empezando.
Aunque el mundo del periodismo deportivo para las mujeres ha cambiado, todavía estamos muy atrasadas, lo veo a diario, muchas chavas que son buenísimas pero si están compitiendo con un hombre, éste prevalece.
El machismo no es exclusivo de los hombres, hay muchas mujeres machistas que le exigen diez veces más a una mujer. El periodismo deportivo sigue siendo un mundo de hombres y por eso debemos seguir la lucha y dar lo mejor de nosotras para poder abrir más el camino a las demás.
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¿Cómo recibió su nominación al Emmy Award a “Personalidad deportiva en español”?
Me tomó por sorpresa, sobre todo porque la nominación vino en un año en el que no hicimos nada. No hubo mundial de fútbol, ni juegos olímpicos, no teníamos deportes y Telemundo no es un canal deportivo. Eso nos pone en una posición difícil para recibir una nominación de este calibre.
Cuando mi productor me dijo que estaba nominada le dije que me enseñara por qué y vi que se trataba de lo que habíamos hecho aquí, al aire en el programa a diario, programas que hicimos desde nuestras casas. Creo que fue una bendición de Dios, como una palmadita en la espalda que nos dice que vamos bien y hay que seguir trabajando.
Esta nominación no es para mí solamente, es para todo el equipo con el que trabajo. Sigo sorprendida y muy agradecida por ese reconocimiento.
¿Qué significa para usted dar cobertura a unas olimpiadas, en este caso las de Tokio?
Significa un sueño hecho realidad. Ya había hecho la cobertura de las Olimpiadas de 2016 pero lo hice desde el estudio porque tenía a mi bebé recién nacida, de dos meses y medio. Recuerdo que estudie y trabajé mucho para que todo saliera bien porque decía que algún día quería estar presente en el lugar de los juegos porque para quienes somos fans de los deportes no hay nada como estar cerca de los estadios, de las piscinas, de las pistas.
Estas asignaciones son como el premio a nuestro esfuerzo, a nuestro trabajo diario, así que para mí estar presente en Tokio es una gran bendición y una gran responsabilidad.