Los devastadores incendios en la Amazonía y el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China centraban los debates en el inicio del G7 en el sur de Francia, una cumbre bajo un clima de tensión y divisiones internas.
Los presidentes del G7 se reúnen desde este sábado 24 de agosto bajo un clima de tensión, en una cumbre en la que el presidente estadounidense, Donald Trump, y los otros líderes de este grupo de países ricos, se enfrentarán a protestas al pisar el famoso balneario de Biarritz.
Un fuerte dispositivo policial de más de 13 mil efectivos mantendrá a los manifestantes lejos del emblemático Hôtel du Palais, que acogerá a los mandatarios hasta el próximo lunes.
En un discurso a la nación retransmitido por televisión, antes de comenzar el encuentro con sus homólogos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anfitrión del encuentro, llamó a una “movilización de todas las potencias”, en asociación con los países suramericanos, para sofocar las llamas que devoran la Amazonía desde hace varios días e “invertir en la reforestación”.
“Debemos responder de manera concreta al llamado de los bosques que arden actualmente en la Amazonía”, urgió el jefe de Estado francés en su alocución antes de recibir a sus socios, que han compartido también su preocupación por el tema.
Francia ha amenazado con bloquear el acuerdo de libre comercio alcanzado en junio entre la Unión Europea y el Mercosur por las “mentiras” que según Macron, dijo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en materia de compromisos ambientales, informó el diario El Comercio.
Aunque el gobierno alemán suavizó el ímpetu de Macron, afirmando que oponerse al pacto comercial “no es la respuesta apropiada”, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, consideró “difícil de imaginar” un acuerdo con el Mercosur, del que Brasil es miembro, mientras la Amazonía arde.
“Por supuesto respaldamos el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur pero es difícil imaginar un proceso de ratificación armónico por parte de los países europeos mientras que el gobierno brasileño permite la destrucción del pulmón verde de la Tierra”, dijo Tusk a su llegada a Biarritz.
La cumbre, en la que participan los líderes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, está también dominada por un recrudecimiento de las tensiones comerciales que amenazan con una recesión mundial.
En un mensaje dirigido a su par estadounidense, Donad Trump, el presidente francés advirtió que “las tensiones comerciales son malas para todos”. El jefe de la Casa Blanca reiteró el viernes sus críticas a la decisión de Francia de aplicar un impuesto a las grandes empresas tecnológicas, como Google o Facebook, y amenazó con imponer nuevos gravámenes a los vinos franceses en represalia.
“No me gusta lo que ha hecho Francia. Es muy injusto. Si lo hacen, impondremos aranceles a sus vinos. Aranceles como nunca han visto”, señaló un combativo Trump, a lo que la Unión Europea aseguró que “respondería en el mismo nivel”.

“Uno de mis objetivos es convencer a todos nuestros socios de que las tensiones comerciales son malas para todos”, dijo el presidente francés, quien mantuvo un almuerzo de trabajo en Biarritz con Trump antes de una cena oficial con todos los mandatarios la noche de este sábado.
La cumbre se celebra bajo estrictas medidas de seguridad y las protestas de antimundialistas y organizaciones ecologistas, que marcharon entre las ciudades vecinas de Hendaya e Irún (España). Unas nueve mil personas según la policía, desfilaron en calma entre las dos ciudades a ambos lados de la frontera.