La salud es su vocación. Aledy Moreta es dentista y doctora en odontología, originaria de República Dominicana, reconocida por su ética profesional, su trato humano y su firme filosofía de vida basada en valores como la dedicación, la empatía y la responsabilidad.
Cada desafío en su vida ha sido una oportunidad de crecimiento. Dejar su país, adaptarse a nuevos sistemas, formarse en distintos continentes y abrir su propio consultorio son parte del camino recorrido para cumplir su sueño: ejercer la odontología con excelencia, con propósito y con amor por la comunidad.
Actualmente, dirige Almore Dental Studio, ubicado en 737 Holly Lane, Westampton, New Jersey 08060. Un espacio moderno, acogedor y centrado que ofrece atención integral a toda la familia en odontología general, pero con enfoque en la odontología cosmética, el diseño de sonrisas e implantes.

“En Almore Dental Studio, nos enfocamos en brindar atención a pacientes de todas las edades, desde adultos hasta niños. Nos distingue nuestra capacidad para atender a toda la familia en un solo lugar”, destaca Moreta en su sitio web.
Su carisma y profesionalismo la han convertido en un referente para muchos. Cree firmemente en que la relación médico-paciente va más allá de un servicio: es una alianza basada en confianza, compromiso con la salud y cuidado del bienestar del paciente.
Moreta forma parte de esa comunidad latina que eleva sus raíces con orgullo. Su historia no es solo la de una profesional destacada, sino la de una inmigrante que ha superado barreras, derribado estereotipos y levantado un consultorio con visión de futuro, ética y calidez.
En conversación con El Sol Latino Newspaper, la doctora Moreta compartió su historia, sus desafíos y su visión de lo que significa servir a la comunidad como profesional de la salud y emprendedora hispana.
¿Por qué emigraste a Estados Unidos?
Primero emigré a España. Me fui a los 21 años para estudiar y allá duré siete años formándome y trabajando. Luego, en 2014, me mudé a Estados Unidos, donde completé mi formación en la Universidad de Pennsylvania para obtener la licencia como dentista aquí.

¿Cómo nació tu vocación por la odontología?
Tengo una tía que es dentista y, en República Dominicana, la relación médico-paciente es muy cercana y personal. Yo veía que sus pacientes eran más que clientes, eran amigos, eran personas que las tenía cerca.
Yo sabía que quería estudiar algo relacionado con la salud, pero no sabía que cuando me tocó elegir la carrera. Al estar en contacto con ella y ver lo bonito que era la odontología, que combina ciencia y arte, me incliné por esa carrera.
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Sí, se llama Almore Dental Studio, una oficina dental especializada. Hacemos odontología general, pero nuestro enfoque principal es la odontología cosmética e implantes.
¿Cuál crees que es la principal diferencia entre Almore Dental Studio y otros consultorios dentales?
Es una oficina, como una pequeña boutique, donde el trato es personalizado y sin prisas. Le damos al paciente el tiempo que necesita. Pero, además, utilizamos tecnologías de última generación en todos los sentidos, incluyendo la tomografía 3D e impresiones digitales, y hemos incorporado inteligencia artificial para algunos procedimientos y codiagnósticos.
Le brindamos a nuestros pacientes otro tipo de odontología, que no sea llegar, hacerse una limpieza y me voy, no. Nosotros nos enfocamos en ese vínculo cercano entre el profesional de salud y el paciente, donde hay confianza, conocemos sus problemas, brindamos soluciones, servicio personalizado y seguimiento.

¿Cuáles son los tratamientos más demandados actualmente? ¿Han cambiado las prioridades de los pacientes?
Sí, definitivamente. En mi oficina los más solicitados son las carillas, el diseño de sonrisa, y la remoción de metales, ya sean coronas o empastes, buscando opciones más limpias y estéticamente armónicas.
También ha crecido el interés en procedimientos cosméticos como el botox y los rellenos de labios. Antes eran más del ámbito médico estético, pero ahora se han incorporado en la odontología.
El blanqueamiento dental también ha crecido muchísimo, es uno de los procedimientos más demandados. Yo creo que a partir de la pandemia por Covid-19 como las personas se han visto más a través de las cámaras, se han dado cuenta de que la imagen es algo importante, han comenzado a valorarla más.
Otro procedimiento demandado en adultos jóvenes es la ortodoncia invisible, porque les permite corregir su sonrisa sin el uso de brackets visibles. Muchos de mis pacientes son jóvenes profesionales que necesitan soluciones discretas y eficaces.

¿Cuál ha sido tu mayor reto como profesional?
Mi mayor reto como profesional creo que fue validar mi licencia en Estados Unidos. Fue un proceso largo, muy demandante y competitivo. No solo compites con otros inmigrantes, sino también con locales, y como mujer, latina, inmigrante y de color, hay que demostrar aún más.
Ingresar a la Universidad de Pennsylvania fue un logro muy importante. Es uno de los programas más rigurosos del país, y superarlo no fue fácil, pero valió la pena.
¿Qué valores personales guían tu trabajo?
Yo creo que la dedicación. Yo me preocupo mucho por mis pacientes. Si tengo que atender el teléfono un domingo así este con mi familia, lo hago, o si veo que es una emergencia, busco acompañar al paciente de alguna forma, así no salga corriendo.
Yo me dedico mucho. Por eso sigo haciendo lo que hago, después de haberlo hecho en mi país, en España y ahora aquí. La odontología y el servir a mis pacientes realmente me apasionan.
¿Dónde te ves tú y a Almore Dental Studio en cinco años?
En cinco años me veo full time. Con más personal porque estamos creciendo. Comenzamos con tres personas y ahora vamos por seis, eso quiere decir que en un año se ha duplicado y ofrecemos horarios más amplios. De aquí a ese tiempo me veo con una segunda oficina.
¿Qué mensaje le envías a la comunidad latina?
Primeramente, que nos visiten. Estamos aquí para brindar un servicio de calidad, con cariño, ética y profesionalismo. Yo quiero que sepan que hay lugares que ofrecemos servicios al 100%, que no es necesario irse a su país o a otro estado, aquí hay profesionales preparados, certificados y comprometidos que brindan el servicio que necesitan.
También les digo que se informen bien. Que no se dejen llevar por precios bajos si eso significa poner en riesgo su salud. La calidad, la preparación y la ética son fundamentales en cualquier tratamiento médico.
Moreta cree en sí misma, en su talento, en su capacidad y en su pasión. Representa a esa generación de profesionales latinos que no solo dominan su campo, sino que además entienden la importancia de devolverle algo a su comunidad. Su historia inspira por su perseverancia, pero también por su compromiso diario con los demás.