Brian Castner, asesor sénior de Amnistía Internacional (AI) sobre Armas y Operaciones Militares, dijo en relación a las acciones que adelanta la administración Trump para la reforma policial, que “el tiempo de aplicar curitas y poner excusas sobre ‘manzanas podridas’ ha pasado. Lo que se necesita ahora es una reforma sistémica y radical de la policía estadounidense que ponga fin al flagelo del uso policial de la fuerza excesiva y as ejecuciones extrajudiciales de personas negras”.
Amnistía Internacional presentó hoy una denuncia contra las autoridades de los Estados Unidos, a las que señala como “violadores de los derechos humanos” tras abalanzarse sobre las protestas pacíficas por la muerte de George Floyd con violencia policial y haciendo uso de tácticas militares.
El movimiento global presente en más de 150 países, trabaja para que los derechos humanos, reconocidos en la Declaración Universal sean respetados y sobre esa autoridad que le ha sido reconocida y utilizada en muchos momentos por el propio Estado estadounidenses, precisa que “las fuerzas policiales en Estados Unidos cometieron violaciones generalizadas y atroces de los derechos humanos contra las personas que protestaban contra los asesinatos ilegales de personas negras y pedían una reforma policial”, apuntó AI en un comunicado.
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La organización, con sede en Londres, presentó este martes un mapa interactivo en el que documenta con soporte gráfico 125 situaciones de violencia policial contra los manifestantes, periodistas o peatones ocurridas entre el 26 de mayo y el 5 de junio.
El mapa incluye agresiones ocurridas en 40 de los 50 estados del país, así como en el Distrito de Columbia (Washington), verificadas, geolocalizadas y analizadas por investigadores expertos en armas, tácticas policiales y derecho internacional y estadounidense.
De acuerdo a lo documentado, este “uso ilegal de la fuerza en los 125 casos incluye palizas, abuso de los gases lacrimógenos y uso inapropiado de proyectiles como balas de goma, unas agresiones cometidas por policías locales, estatales, federales y por la Guardia Nacional (militar).
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“Cuando activistas y simpatizantes del movimiento Black Lives Matter salieron a las calles de ciudades y pueblos de EE.UU. para reclamar pacíficamente el fin del racismo sistémico y la violencia policial, se toparon con una respuesta militar abrumadora y más violencia policial”, dijo el asesor sénior de AI sobre Armas y Operaciones Militares, Brian Castner.
Estas protestas en las que el informe ahonda estallaron el 26 de mayo en Mineápolis tras el asesinato el día antes del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco y se extendieron rápida y masivamente a lo largo y ancho del país.