Ir al estadio a ver trabajar a tu equipo es un evento social. Es una de las cosas que limitó la pandemia de la COVID-19 a los ciudadanos. Las razones epidemiológicas privaron, pero este domingo los Flyers extendieron sus alas otra vez en el Wells Fargo Center.
Fue una noche muy emotiva tanto para los aficionados como para los trabajadores del estadio. El evento marcó un hito de esperanza para el futuro. Este domingo por primera vez se ocupan las gradas para ver a los Flyers jugar con los Capitals de Washington. Desde marzo de 2020 no ocurría.
Un aforo de 20 mil personas se vio reducido a 3.100. No es un mal comienzo. Los entusiastas vestidos con sus camisetas naranja y negro desbordaban de alegría. Una gran dosis de normalidad fue administrada en el Wells Fargo Center.
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Algunos comentarios fueron recogidos por la periodista Ximena Conde del equipo de WYHH Philadelphia. Todas las expresiones estuvieron cargadas de gran emotividad. No hay nada más emocionante para un Flyers que lo dejen despegar en vuelo.
Abrió el Wells Fargo Center
Terry Haas fue uno de los aficionados que habló con la reportera de WYHH. Entrar al estadio con su camiseta naranja y negra le dio una muestra de normalidad. Describió la experiencia como un emoliente después de haber vivido un año muy difícil. Aunque un partido no puede resolver los problemas de Haas, ofrece una distracción.
“No me hagas llorar por todo esto”, dijo la aficionada de Vorhees, de Nueva Jersey. Habló de su madre, que está en una residencia asistida y contrajo COVID-19 en mayo. “No he podido verla en persona desde el pasado mes de marzo”. “Es una esperanza para el futuro de que las cosas mejoren”, dijo.
Trenton Armstrong hizo el viaje con su familia desde Harrisburg. Dijo que marzo fue la última vez que su familia estuvo en el Wells Fargo Center. Estuvieron en el último partido en el que se permitió la presencia de aficionados.
“Ha sido un poco duro, especialmente con la carrera de los playoffs. Tenía muchas ganas de estar en el edificio, animándoles”, dijo Armstrong. Asimismo narró que había tenido un año difícil de adaptación a las clases universitarias en línea.
Armstrong dijo que sintió una ola de alivio al “volver a la normalidad”. “Aunque sean unos cuantos aficionados con máscaras, lo que sea, es genial estar de vuelta”, dijo.
Trabajadores muy alegres
Algunos trabajadores del día del partido se hicieron eco del entusiasmo de los aficionados, bailando con Gritty y charlando con ellos en el Wells Fargo Center.
Vito Chimenti lleva trabajando en la seguridad del Wells Fargo Center desde 1994. Aunque hace meses que ha vuelto, ya que los Flyers y los Philadelphia 76ers pueden jugar con el estadio vacío, Chimenti dijo que “no hay nada como tener multitudes”.
Chimenti dijo que estaba deseando que llegara el ambiente de la noche. “Reencontrarse con los aficionados, reencontrarse con algunos de nuestros compañeros de trabajo a los que no hemos visto en un año: la gente de las concesiones, la gente de operaciones.”
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Las autoridades sanitarias de Filadelfia anunciaron que los equipos deportivos podrían volver a acoger a los aficionados a principios de esta semana. Están condicionados a las directrices estatales sobre los límites de ocupación. Ellas dictan 15% para los eventos en interiores y un 20% para los eventos al aire libre.