El controversial jefe policial Art Acevedo, quien se atrevió a exigirle al presidente Donald Trump que se callara la boca, tuvo su debut y rápida despedida al mando de la Policía de la ciudad de Miami.
Su efímero mandato, lleno de controversias, apenas duró unos seis meses. Los cinco comisionados municipales no lo soportaron y por unanimidad confirmaron su destitución.
El pasado 16 de marzo cuando el alcalde de Miami, Francis Suárez, anunció la contratación de Acevedo y se rindió en elogios: “Sin dudas logramos traer al Tom Brady de la policía a nuestra ciudad”, aseveró para comprarlo con el legendario quarterback de los Bucaneros de Tampa Bay.
Pero el poco convencional Acevedo había dejado una estela de comentarios por sus extravagancias cuando estuvo al mando de la policía de Houston, Texas. En junio de 2020 se unió a una marcha y se arrodilló con multitudes en el centro de Houston para condenar la muerte bajo custodia policial del afroamericano George Floyd ocurrida en Minneapolis, Minnesota.
“No me importa lo que la gente piense, porque sé que Dios no me puso en este cargo para proteger mi empleo, sino para hacer mi trabajo. Marcharé hasta que no pueda estar más de pie”, comentó con voz entrecortada en un improvisado discurso callejero.
Ese día el presidente Trump criticó a gobernadores de los estados por no actuar con decisión frente a los disturbios y saqueos. A lo que el inusual policía respondió ante las cámaras de CNN: “Déjeme decirle esto al Presidente de Estados Unidos de parte de los jefes de policía de este país, por favor, si no tiene nada constructivo que decir, cállese la boca”.
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El atípico funcionario de 56 años se define como republicano, pero en la última convención nacional demócrata grabó un video en apoyo a Joe Biden como candidato.
En 2019 obtuvo notoriedad al criticar con rudeza a los senadores de su propio partido, los republicanos de Texas, Ted Cruz y John Cornyn, por ignorar el problema de la tenencia de armas y dejar de promover leyes contra la violencia de género.
Acevedo, hijo de padre policía, nació en Cuba. A los 4 años emigró con su familia. Creció en California y tras abandonar sus estudios de Derecho se inició como patrullero en Los Ángeles. Fue jefe de la policía de Austin, Texas, por nueve años y en 2016 se convirtió en el primer jefe hispano de la policía de Houston.
Al asumir el cargo en Miami comenzó los encontronazos con sus subalternos. Degradó a cuatro jefes y despidió a dos policías de alta jerarquía. También amenazó con botar a los empleados que no se vacunaran contra la COVID-19, aunque no tuviese competencia para ello.
Manny Morales, un subjefe quien ahora funge como jefe de policía interino, recordó que Acevedo una vez señaló que el departamento estaba lleno de traidores y serpientes. “Es una letanía de cosas, pero tal vez se reduzca a la desmoralización sistemática del departamento de policía”, comentó Morales.
El Ayuntamiento de Miami lo despidió para acabar así con un intempestivo debut y una tormentosa despedida.