Los consumidores valoran la acerola, fruto de la planta Malpighia emarginata, también conocida como cereza de Barbados, semeruco, manzanita o cerecita, por sus destacados beneficios para la salud. Esta fruta tropical se cultiva con éxito en el Caribe, México, Brasil y diversas regiones de América Central y del Sur.
Investigadores de University of Florida, en colaboración con un colega brasileño, están trabajando para avanzar en la comprensión genética de esta fruta nutritiva y explorar su cultivo en Florida.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, solo 1 de cada 10 adultos en Estados Unidos consume la cantidad recomendada de frutas y vegetales. Por ello, ampliar la disponibilidad de frutas más nutritivas resulta beneficioso. De hecho, algunas personas ya cultivan cerezos de Barbados en sus jardines en Florida y disfrutan de sus frutos.
La cereza de Barbados es una rica fuente de vitamina C, carotenoides, antocianinas y compuestos fenólicos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Una sola taza puede aportar más del 1800% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C.
Para ofrecer a los consumidores todos estos beneficios nutricionales, científicos del Institute of Food and Agricultural Sciences (UF/IFAS) están evaluando la diversidad genética de la acerola y adaptando las prácticas de cultivo a las condiciones locales de Florida.
“Estos beneficios nutricionales han elevado a la acerola a la categoría de superalimento, lo que la hace comercializable para consumo fresco, en postres, suplementos o jugos”, señaló Felipe Ferrao, quien lidera el proyecto para UF/IFAS. “Puede contener hasta 100 veces más vitamina C que las naranjas, lo que la convierte en una excelente candidata para enriquecer y complementar nuestra dieta”.

Como parte de este esfuerzo, los científicos están cultivando acerola en tres importantes experimentos de campo en Florida, localizados en el Centro de Investigación y Educación en Ciencias Vegetales de UF/IFAS en Citra, en una finca en Pierson y en el Centro de Investigación y Educación Tropical (TREC) de UF/IFAS en Homestead.
A través de estos ensayos, los investigadores buscan determinar si los diferentes tipos de acerola se desarrollan bien en distintos climas, tipos de suelo y sistemas de manejo. Su investigación sentará las bases para la futura producción en todo el estado.
“Nuestro objetivo principal es determinar las mejores regiones y prácticas para el cultivo de acerola, a la vez que comprendemos cómo las condiciones climáticas influyen en la calidad y el valor nutricional de la fruta”, comentó Ferrao.
Además de sus beneficios nutricionales, la acerola también tiene el potencial de ayudar a mitigar la actual crisis en la producción de cítricos y convertirse en un cultivo alternativo para los productores locales.
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“Dado que los productores de cítricos y aguacates enfrentan dificultades, es fundamental que UF/IFAS los apoye en la adopción de nuevas opciones agrícolas emergentes”, declaró Ferrao, investigador adjunto en ciencias hortícolas de UF/IFAS. Como ejemplo, Ferrao mencionó la industria del jugo: “Aproximadamente el 90% de las naranjas cultivadas en Florida se destinan a la elaboración de jugo, por lo que los productores podrían aprovechar la infraestructura ya existente para procesar un jugo de acerola delicioso, refrescante y nutritivo”.
Ferrao colabora, entre otros, con Patricio Muñoz y Ali Sarkhosh, profesores asociados de ciencias hortícolas en el campus principal de UF en Gainesville; con Jonathan Crane, profesor y especialista en Extensión de frutas tropicales y con Jugpreet Singh, profesor adjunto de mejoramiento y genética de frutas tropicales, ambos en el TREC.
La investigación también incluye una colaboración con Flavio França, investigador y especialista en acerola de Embrapa Semiárido, en Brasil.

“Si bien Brasil es el principal productor de acerola, University of Florida desempeña un papel importante”, afirmó França, al citar la variedad de acerola ‘Florida Sweet’, desarrollada en el TREC en la década de 1950.
El grupo de investigación considera que la combinación de un mejor manejo, herramientas genómicas y técnicas de mejoramiento puede acelerar la identificación de plantas de acerola que satisfagan la demanda actual de frutas con atributos de sabor únicos, mayor rendimiento y alto valor nutricional.
“Visualizamos la acerola como un cultivo viable para el futuro agrícola, contribuyendo al crecimiento económico y la seguridad alimentaria”, comentó Ferrao.
Por: Nota de prensa UF/IFAS