La eficiencia de una jueza Amy Coney Barrett en la Corte Suprema pondrá a prueba la maquinaria republicana en el ámbito de la Justicia. Los ojos de la nación estarán posados en el accionar de la última magistrada nombrada por Donald Trump. La audiencia de hoy tendrá lugar una semana después de que Trump fue derrotado por el demócrata Joe Biden.
La administración Trump llevará a cabo el martes ante la Corte Suprema de Estados Unidos un último intento de demoler el programa de salud “Obamacare”. Esto podría derivar en la pérdida del seguro médico para millones de personas en medio de la pandemia.
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Si bien el programa ha demostrado ser popular, está en riesgo por razones técnicas legales. Los peligros se ciernen en una Corte Suprema que se ha volcado drásticamente hacia la derecha desde que Trump llegó al poder.
A prueba la maquinaria republicana
Se trata de un proceso de larga data. Tiene como epicentro una demanda en Texas. En la actualidad es obvio que pone a prueba la maquinaria republicana recién reforzada. En 2012, la corte había avalado, por 5 votos contra 4, la constitucionalidad de la ley.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, un conservador moderado, se puso del lado de los cuatro liberales para decidir el caso.
Desde entonces Trump ha nombrado a tres nuevos magistrados, todos conservadores. Ellos ahora suman seis sobre los nueve integrantes del organismo. Incluso sin el voto de Roberts, ganarían por cinco a cuatro.
Todos los ojos estarán puestos en la nueva integrante de la Corte, Amy Coney Barrett. Su nombramiento fue realizado por Trump de manera apresurada. El objetivo es que ella intervenga en caso de litigios electorales y en el caso de la ACA.
Cuando todavía era profesora de derecho, en 2012, Barrett criticó la defensa de la ley por Roberts.
En octubre, los demócratas la interrogaron intensamente durante sus audiencias de confirmación en el Senado sobre su visión del programa y sobre las esperanzas que Trump había depositado en ella. Dijo “no soy hostil a la ACA”. También precisó que“no le hice promesas a nadie. Y con seguridad indicó que “no tengo ninguna agenda”.
Independientemente de lo que decida el tribunal, es probable que no se conozca su fallo hasta el próximo año. Posiblemente después de que Trump deje el cargo y Biden asuma como presidente, el 20 de enero.
Revisión en la Corte Suprema
El tribunal superior escuchará los argumentos del Ejecutivo sobre la constitucionalidad de la ley ACA. La norma fue aprobada en 2010. Para entones el gobierno de Barack Obama buscó extender el seguro médico a personas que no podían pagarlo.
Desde que asumió el cargo, en 2017, Trump ha intentado destruir la ACA. Primero erosionando una de sus disposiciones clave. Luego buscando anularla por completo. Respaldó una demanda en ese sentido de Texas y varios otros estados liderados por republicanos.
En esta ocasión cuentan con “nuevas piezas” que podrán a prueba la maquinaria republicana. Después que tribunales y cortes de apelaciones se pusieran del lado de Texas, el caso fue apelado a principios de este año ante los nueve magistrados de la Corte Suprema por California y otros estados que apoyan la ACA.
Millones quedarían sin seguro
Se estima que más de 20 millones de estadounidenses están asegurados por la ley. Incluidos los adultos pobres que accedieron al programa Medicare. Este normalmente está abierto solo para personas jubiladas mayores de 65 años. Los jóvenes de 26 años o menos la ACA los cubre a través del seguro de sus padres. Obamacare también es paraguas para personas cuyas condiciones médicas preexistentes llevaron a que se les negara un seguro médico comercial.
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De producirse, la anulación de la ley llegaría cuando Estados Unidos ha superado los 10 millones de casos de COVID-19 y continúa siendo, por mucho, el país más afectado por la pandemia en términos absolutos.
Trump aún no ha ofrecido alternativas que cubran a quienes perderían el seguro si la ACA es suprimida. Solo a hechos promesas de Twitter. “Obamacare será reemplazada por una alternativa MUCHO mejor y MUCHO más barata si se cancela en la Corte Suprema”, tuiteó el presidente en septiembre. Nada es concreto. No obstante ha preparado un equipo que podrá a prueba la maquinaria republicana.