La diabetes es una enfermedad crónica muy seria que puede afectar a cualquiera, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 422 millones de personas viven con la enfermedad en el mundo. Pero, se trata de un número cuatro veces mayor que hace cuatro décadas.
La diabetes se produce cuando el cuerpo no puede procesar toda la glucosa que se encuentra en el torrente sanguíneo. Las complicaciones relacionadas pueden llevar a un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, ceguera, insuficiencia renal y amputación de las extremidades inferiores.
En ayunas, el nivel normal de azúcar en sangre es de 70 a 110 miligramos por decilitro. Los valores mayores a 180 mg/dl sostenidos por más de 2 horas son tóxicos para las células, y si se repiten muchas veces pueden originar daño permanente en ellas.
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Las proyecciones de la OMS para 2030 es alcanzar los 578 millones de afectados por diabetes, es decir, el 10% de la población adulta mundial. Hay factores de riesgo que se deben tener en cuenta, como antecedentes familiares, pero también el sedentarismo y estilo de vida. Algunos síntomas que se pueden presentar según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) son:
- Necesidad de orinar con mucha frecuencia, y también durante la noche
- Mucha sed
- Pérdida de peso sin intentarlo
- Mucha hambre
- La visión borrosa
- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
- Mucho cansancio
- La piel muy seca
- Llagas que cicatrizan muy lentamente
- Más infecciones de lo habitual