Tres organizaciones comunitarias, lideradas por venezolanas, han marcado grandes aportes que trascienden fronteras, dejando un impacto tanto en su país de origen como en otros lugares del mundo, como Philadelphia.
Las destacadas organizaciones que han dejado una huella significativa son el Centro Integral para la Mujer Madre Tierra, liderado por Arianne Bracho Hernández; Guacamaya International, por Luisa Alvarado; y Del Carmen Foundation, por Yamilet Del Carmen.
Pese a que cada una de estas organizaciones tienen una misión y una visión diferentes, tienen puntos en común como la labor comunitaria, la vocación de servicio y un profundo amor por Venezuela, ese que han dejado en alto a través del compromiso y la dedicación, demostrando cómo la colaboración y la acción pueden generar un cambio tangible en la sociedad.
Fortalecer y empoderar a las mujeres
Arianne Bracho Hernández ha dedicado su vida a la actuación, producción y dirección teatral, así como a la docencia. Reside desde el 2017 en Philadelphia, ciudad que le ha permitido continuar con su verdadera pasión: fortalecer y empoderar a las mujeres en su desarrollo y conocimiento de sus derechos.

“Al llegar a Philadelphia a mí me encantó. Es el epicentro de tantas culturas, es tanto lo que converge, y es tanto lo que puedes ver y conocer a tantas personas diferentes, que a mí me encanta”, expresó Bracho Hernández con gran seguridad y determinación.
En Venezuela, Bracho Hernández trabajó en el Instituto Nacional de la Mujer, donde se encargó de la formación de mujeres en situación de violencia y la sensibilización de comunidades sobre la nueva perspectiva de género. Esta labor la trasladó a Philadelphia en el 2019 como Madre Tierra Philly, en formato radial y en español.
Posteriormente, después de la pandemia por Covid-19 y de organizar el Congreso “Todas las Mujeres que Habitan en Mí”, se creó en el 2021 el Centro Integral para la Mujer Madre Tierra como organización sin fines de lucro que promueve una vida libre de violencia y garantiza la igualdad de género mediante programas de atención integral, sensibilización, formación, información, educación y prevención. Su misión es difundir la cultura de igualdad de género y eliminar la violencia contra las mujeres hispanas.
Como directora ejecutiva de Madre Tierra Philly, Bracho Hernández está convencida de que es necesario comenzar a “revisar y cambiar las leyes que tienen que ver con la mujer, que deben ser reestructuradas a medida que la sociedad va cambiando, además de trabajar la prevención desde las escuelas, la familia y las comunidades”.
Bracho Hernández, quien también ejerce su labor comunitaria a través de PhillyCam y es miembro del Comité de la Feria Latinoamericana del Libro, es una orgullosa venezolana que trabaja por y para toda la comunidad latina que reside en Philadelphia. “Yo le hablo a toda la comunidad hispana, a todos los inmigrantes que estamos aquí, y yo creo que eso es lo que nos ha mantenido por cinco años y por lo hemos logrado tanto alcance”.
Un corazón que siempre ha estado conectado
El corazón de Luisa Alvarado, fundadora de Guacamaya Internacional, siempre ha estado conectado con Venezuela. Llegó en 2014 a Philadelphia, ciudad que la recibió con los brazos abiertos y desde donde ha podido extender una ayuda a las comunidades más necesitadas de su país de origen.

Alvarado, quien era activista estudiantil contra el gobierno de Nicolás Maduro, emigró en busca de una mejor calidad de vida. Su rumbo migratorio le permitió perfeccionar un segundo idioma, como es el inglés, y formarse en enfermería.
Además de graduarse de enfermera, Alvarado trabaja en el Departamento de Emergencia en New Jersey, al tiempo que ayuda a los más necesitados del estado Aragua, en Venezuela, con los programas que ofrece Guacamaya Internacional.
Guacamaya Internacional nació en el 2019 tras el desbordamiento del río El Limón. “En ese momento tuve una recepción, que nunca pensé que iba a ocurrir, de personas que saben del tema de Venezuela”, manifestó Alvarado, al tiempo que enfatizó que ella no quería limitarse solo a ayudar en ese momento, sino que quería hacer presencia en los más necesitados.
Los programas que ofrece Guacamaya International son: Alcanzar la excelencia, Clínicas emergentes y Lucha contra el hambre. “Más allá de dar un plato de comida, nosotros queremos ayudar a los niños y jóvenes a que se puedan desenvolver en el futuro”.
Para Alvarado, quien recuerda a su país con añoranza, amor y gratitud, “todos tenemos lo que se necesita para tener éxito, pero a veces solo necesitamos un empujón extra”, ese que ella brinda más allá de las fronteras.
Un faro de luz y esperanza
Yamilet Del Carmen, fundadora y directora ejecutiva de Del Carmen Foundation, consiguió el camino para hacer lo que tanto le apasiona: ayudar a los demás. Es un faro de luz y esperanza para niños y jóvenes más necesitados en Venezuela y próximamente de Philadelphia.

Del Carmen creó la fundación en el 2022 con el firme propósito de proporcionar acceso a la educación, el deporte y otros recursos vitales para asegurar que miles de niños tengan una vida productiva y positiva.
“La educación rompe con la pobreza y el deporte aleja a los niños y jóvenes de las drogas y del crimen”, aseguró Del Carmen, quien entiende profundamente los desafíos que enfrentan estos niños de escasos recursos.
Gracias al apoyo de sus padres, Del Carmen tuvo acceso a la educación, lo que le permitió escapar de las garras de las drogas y el crimen. Años más tarde, con esfuerzo y sacrificio, obtuvo su título de Ingeniera Industrial en Venezuela y continuó sus estudios en Estados Unidos, graduándose con dos títulos uno de asociado en negocios en el Community College of Philadelphia y otro en negocios en West Chester University.
Consciente de los desafíos económicos que enfrenta su país natal y la difícil situación de los niños, Del Carmen marca una diferencia real y duradera. A través de varios programas de bienestar, ofrece apoyo integral en áreas cruciales, como educación, deporte, alimentación, ropa y calzado, y se enfoca en ofrecer este año becas en Venezuela y en Philadelphia.
“Yo siempre he ayudado. Antes mandaba pañales a los hospitales de Venezuela, pero llegó la pandemia, dejé mi trabajo a tiempo completo y quería hacer algo que me hiciera feliz, que es ayudar a los más necesitados. Es un trabajo arduo, pero que vale la pena”.
Por el momento, Del Carmen Foundation hace presencia en comunidades de Venezuela como en Catia, Valles del Tuy, El Junquito, así como también en Valencia, y próximamente en La Victoria, “vamos paso a paso”.