La Fórmula 1, el deporte de alta competición que se disputa en circuitos de todo el mundo, ha sido considerado como el más sofisticado banco de pruebas y desarrollo de ingeniería que posteriormente se ha aplicado a autos de calle.
Los frenos a disco ventilados, las estructuras deformables ante impactos, las suspensiones progresivas o los controles de tracción y estabilidad han sido algunas de las más salientes tecnologías que surgieron de las carreras.
Con la llegada de la electromovilidad en la industria automotriz, la Fórmula 1 también tuvo un rol protagónico en cuanto al desarrollo de sistemas que se usan en los autos híbridos y eléctricos.
Hay dos dispositivos que sobresalen especialmente: el regenerador de energía y el sistema de pedal de acelerador con freno motor. En ambos casos, lo que hace el auto es utilizar su funcionamiento e inercia para recuperar la energía que consumió anteriormente.

La otra gran solución que se ha podido ver cada vez más en los autos de calle, específicamente en los eléctricos, aunque también en los híbridos enchufables, es el sistema que los fabricantes nombran como e-Pedal, One Pedal Drive.
Se trata de una tecnología que utiliza el motor eléctrico en la fase contraria a la que funciona cuando propulsa el auto, invirtiendo su polaridad de modo tal que, al soltar el freno, el motor eléctrico ofrece una resistencia para disminuir la velocidad. Con esa energía se carga la batería.
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Lo que en un auto convencional hace la caja de cambios por pura fricción mecánica, el auto eléctrico, por no tener caja de cambios, no lo hace, lo que equivaldría a poner un auto convencional en punto muerto o Neutro