El sufrimiento de Inglaterra para ganar a una Haití debutante, Francia que no puede con las jamaicanas ni Canadá con las nigerianas y Nueva Zelanda que da la sorpresa ante Noruega. Todo lo anterior de traduce en que el comienzo del Mundial Femenino pareciera demostrar que la diferencia entre las grandes potencias y las naciones más pequeñas se reduce progresivamente.
En el Mundial disputado en Francia en 2019, Estados Unidos debutó con una goleada histórica (13-0) frente a Tailandia. Cuatro años después, las estadounidenses solo pudieron meter tres goles a Vietnam, selección también novata y similar a su vecina asiática.
En el inicio de este Mundial, salvo las goleadas de Japón a Zambia (5-0) y de Alemania a Marruecos (6-0), ninguna selección ha tenido un estreno impetuoso.
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Un claro ejemplo es Francia, una de las aspirantes al título que se estrelló contra Jamaica (0-0), una selección que hace cuatro años se estrenó en un Mundial con tres derrotas, doce goles encajados y solo uno anotado.
“Creo que nosotros, los países más pequeños, jugamos con mucho corazón. Esto demuestra que el fútbol femenino mejora día a día”, aseguró la jamaicana Deneisha Blackwood después tras el partido.
“Francia estaba acostumbrada a arrollar a sus rivales en el primer partido, es una costumbre que va a cambiar, puesto que el fútbol se está igualando”, dijo por su parte el seleccionador francés Hervé Renard.
Una tendencia que parece dar la razón a la FIFA cuando amplió el torneo a 32 equipos, el doble que en la edición de 2011 y ocho más de los participantes en Francia hace cuatro años.
Esta ampliación, que involucra más partidos y por lo tanto más ingresos, fue criticada por algunos escépticos poco convencidos por el argumento del desarrollo de la disciplina e inquietos por el papel que pudieran hacer las ocho selecciones debutantes en la presente edición del torneo mundialista.
“Mucha gente aún cree que el fútbol femenino no es un gran juego, que es una mala copia del fútbol masculino, pero cuando lo ven se dan cuenta de que es fantástico”, declaró el presidente de la FIFA Gianni Infantino antes del inicio de la Copa Mundial Femenina 2023.
“El nivel ha subido en los últimos 10 años y las mejores jugadoras están aquí”, añadió. Y las protagonistas se encargaron de dar rápidamente la razón al jefe del fútbol mundial.
“Creo que actualmente ya no hay equipos pequeños. Se ha visto en este Mundial: aquellos equipos que se podía pensar que son pequeños han demostrado cosas y han evolucionado mucho. Han trabajado mucho”, destacó la francesa Kadidiatou Diani luego del empate contra Jamaica.
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El seleccionador jamaicano tampoco pareció sorprendido por el rendimiento de sus jugadoras: “Es una cuestión que va desde el régimen alimentario a la formación, pasando por el entrenamiento físico. Los países más pequeños quizá no tengamos todos los medios ni las infraestructuras, pero hay una visión”, explicó Lorne Donaldson tras el primer punto obtenido por la selección caribeña en un Mundial.
Luego de la epopeya del equipo de Marruecos en el Mundial masculino de Qatar, donde llegó a semifinales, ¿podrá ocurrir algo parecido en Oceanía? La seleccionadora alemana Martina Voss-Tecklenburg no lo descarta.
“Todos los países que vienen aquí no solo están orgullosos por estar en el Mundial sino que tienen calidad para darnos problemas”, declaró antes de que Alemania endosara este lunes 24 de julio un 6-0 a Marruecos, la mayor goleada hasta ahora en el Mundial.
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