El pasado 10 de mayo el gobierno de Estados Unidos promulgó una nueva ley que sustituye al Título 42 y restringe el acceso al asilo en la frontera con México. La norma, que se publicada en el registro federal, califica como “no aptos” para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera ilegal la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia territorio estadounidense.
Esta nueva limitación está incluida en el paquete de medidas que regirán la frontera entre México y Estados Unidos desde el 11 de mayo cuando se levantó el Título 42, por el que en los últimos tres años han sido expulsados unos 2,5 millones de migrantes.
De ahora en adelante la principal vía legal para pedir asilo en Estados Unidos será a través de la aplicación móvil CBP One, que permite a los migrantes acordar citas con las autoridades migratorias a fin de exponer sus casos.
Diariamente el gobierno estadounidense dará unas 1.000 citas para pedir asilo a través del citado procedimiento, un número que podría aumentar “dependiendo de la capacidad” de los trabajadores del servicio de migración, según informaron las autoridades.
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Quienes no realicen este procedimiento y decidan cruzar la frontera de manera ilegal serán declarados no aptos para pedir asilo en Estados unidos, a menos que se les haya negado anteriormente en un tercer país o que demuestren haber encontrado barreras tecnológicas o de lenguaje para acceder a la aplicación.
Las personas que sean calificadas como no aptas para pedir asilo serán deportadas, se les prohibirá la entrada a Estados Unidos durante cinco años y podrán enfrentar cargos penales si intentan entrar nuevamente al país según explicaron funcionarios de la Administración Biden.
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Los mismos funcionarios informaron que el gobierno estadounidense incrementó la cantidad de vuelos de deportación a países de la región y llegó a un acuerdo con México para que el país azteca reciba hasta 30.000 migrantes de Venezuela, Haití, Nicaragua y Cuba deportados al mes.
Asimismo, las personas que sean arrestadas cruzando la frontera y a las que se le dé la oportunidad de presentar su caso de asilo a través de una entrevista de “miedo creíble”, deberán hacerlo mientras estén en detención.
“Hemos contratado y tendremos listos para desplegar a unos 1.000 funcionarios de asilo para llevar a cabo las entrevistas de miedo creíble en la frontera a partir del jueves 11 de mayo”, expuso otro de los funcionarios.
Como parte del refuerzo de personal en la frontera, el Gobierno de Joe Biden desplegará también unos 24.000 “oficiales del orden” en esa zona, a los que se sumarán unos 400 “voluntarios”.